EFE, Artes
La artista Anna Lou (Annie) Leibovitz nació el 2 de octubre de 1949, en el seno de una familia judía, en la localidad estadounidense de Waterbury, una ciudad al oeste de Connecticut (Estados Unidos). Introducida en el mundo cultural por su madre, que era profesora de danza, estudió pintura en el Instituto de Bellas Artes de San Francisco y acudió a clases de fotografía, ámbito en el que enfocó su creatividad.
Influenciada por Henri Cartier-Bresson y Robert Frank, se adaptó a géneros tan dispares como el fotoperiodismo, el retratismo y la fotografía conceptual. Actualmente, Leibovitz está considerada la fotógrafa viva más influyente y es la más cotizada del mundo.
Su trayectoria profesional comenzó en la década de 1970 en la revista Rolling Stone, para pasar posteriormente a Vanity Fair y Vogue. A lo largo de su carrera ha firmado emblemáticas portadas en las revistas más prestigiosas y ha retratado a personalidades del mundo de la música, la política, la literatura y a las grandes celebridades de Hollywood.
Ante su objetivo han posado mitos como John Lennon, Mick Jagger, Demi Moore, Brad Pitt e incluso la reina Isabel y los reyes de España.
Algunas de sus imágenes han tenido una gran repercusión e incluso han causado verdaderas polémicas. Aunque se ha consagrado mundialmente por sus retratos, también ha publicado fotografía documental y paisajística y reconocidas campañas publicitarias.
A lo largo de los años, su mirada ha desarrollado un fascinante universo propio que ha recogido la cultura popular y política contemporánea. Parte de su obra destaca por una singular ambientación, caracterizada por una cuidada y seleccionada puesta en escena y una correcta iluminación que destaca las facciones de los retratados. Su sello distintivo se construyó con base en poses inusuales y colores saturados.
Ha expuesto su obra en las principales galerías y museos del mundo, incluyendo el Hermitage de San Petersburgo y la National Portrait Gallery de Londres.
Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y condecorada Leyenda Viva por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, se convirtió en la primera mujer en presentar su trabajo en la National Portrait Gallery de Washington.
Fue reconocida en 2013 con el prestigioso premio Príncipe de Asturias, en la categoría de Comunicación y Humanidades. El jurado aseguró que “ha sido una de las dinamizadoras del fotoperiodismo mundial y es una de las fotógrafas más respetadas en Europa y América”.