Fotos: EFE
El mejor partido de la temporada de Vinícius, rescatando la imagen del jugador desequilibrante que dio un paso al frente en pegada, revitalizó al Real Madrid para enterrar la duda que siempre genera la derrota en la casa blanca, en un duelo con dos goles desde fuera del área que encarriló Fede Valverde en un primer acto en el que el Villarreal amenazó sin acierto.
Celebraba el madridismo la huida del que podía convertirse en primer bache de una temporada que ya comenzó torcida por la irregularidad como visitante, el regreso a su verdadera identidad de Vinícius, de nuevo el gran líder, cuando se apagó la fiesta entre lágrimas de Dani Carvajal.
Un intento de despeje entre las piernas de un rival, su compañero de selección Yeremy Pino, que bien sabe lo que pudo sentir el lateral, acabó con una patada al aire y su rodilla derecha cedió. El peor final de partido posible después de una mejoría futbolística de los de Ancelotti.