Ciudad de México, EFE
La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dedicó ayer su primera conferencia matutina a las víctimas del 2 de octubre de 1968, cuando el Estado perpetró una masacre contra cientos de estudiantes que protestaban días antes de los Juegos Olímpicos en el país.
“El día de hoy, primera mañanera del pueblo en el segundo piso de la cuarta transformación (el movimiento político del expresidente Andrés Manuel López Obrador), lo vamos a dedicar al 2 de octubre.”
“¡2 de octubre no se olvida!”, declaró en el Palacio Nacional la mandataria.
La gobernante mexicana prometió continuar con las ruedas de prensa matutinas de lunes a viernes que realizaba López Obrador, quien las popularizó como mañaneras.
En este primer evento, la primera mandataria dijo que lo ocurrido hace 56 años en la Plaza de Tlatelolco de la capital mexicana fue “una de las mayores atrocidades que se vivió en México en la segunda mitad del siglo XX” con más de 300 asesinados y cientos de presos políticos.
Hizo saber, por otra parte, que su secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofrecerá una disculpa pública a nombre del Estado hacia las víctimas, una práctica que comenzó López Obrador.