Las autoridades mexicanas reportaron otros 6 muertos por el huracán John, con lo que la cifra de fallecidos aumenta a 22, desde el impacto del ciclón el lunes pasado, de los que 18 son en el estado sureño de Guerrero, otros 3 en el vecino Oaxaca y uno más en Michoacán.
Otras 5 personas fueron halladas sin vida en Acapulco, sur de México, además de que 2 más, una madre y su hijo, están desaparecidos tras el colapso de una barda.
Tres de las víctimas mortales son dos mujeres y un hombre que fallecieron en la colonia Lázaro Cárdenas, en la parte alta del puerto, cuando un cerro se deslavó por las lluvias y arrastró una gran cantidad de piedra, provocando que varias casas colapsaran, así como sus paredes, postes de telefonía y una camioneta fuera arrastrada.
En una de las casas estaba una mujer de 88 años, quien quedó sepultada por las piedras y la tierra en una habitación de su casa, mientras su nieto, quien la acompañaba, quedó enterrado, pero los vecinos al escuchar los gritos pudieron rescatarlo con vida.
En la segunda casa, una pareja de 45 años también fue encontrada sin vida, luego de que una losa y las paredes colapsaron, dejando sepultadas a las personas.
En la colonia Libertadores, una mujer mayor murió sepultada tras el deslave de un cerro en la calle Miguel Hidalgo, cuando se encontraba en la cocina construida de madera.
José Luis Estrada, vecino de la colonia Infonavit Alta Progreso, narró a EFE el momento exacto del colapso que presenció, cuando se desgajó “todo un andador de toda la zona de los edificios”.
En el caso de la zona Diamante, prestadores de servicios náuticos de diferentes playas del puerto acudieron con su equipo, lanchas con motor fuera de borda, así como motos acuáticas a rescatar personas que estaban desde hace varios días en sus viviendas incomunicadas y sin poder salir.
Como Ismael Pérez, un trabajador de la construcción que vive con sus dos tíos y con quienes quedó atrapado.
“De repente empezó a subir el nivel de agua y ya hubo un tiempo, un momento en que ya nos cubría la cintura”, comentó, por lo que se refugiaron con un vecino que su casa está más alta.
Mientras que los prestadores de playa daban vueltas para sacar a las personas atrapadas en sus casas, habitantes de Puerto Marqués y colonias aledañas comenzaron a realizar saqueos y rapiña en algunas tiendas de auto servicio y convencía en la zona, sin importar la presencia de la Guardia Nacional y Marina.