El ave nacional de Guatemala fue sagrada para los mayas y aztecas
Ilustración: Sergio Espada
El quetzal (Pharomachrus mocinno mocinno) declarada Ave Nacional de Guatemala en 1871, pertenece a la familia Trogonidae, que vuela con sus plumajes verdes, rojos, azulados y amarillos, y anida en los tocones. Habita en los bosques nubosos y de montaña de los 1 mil 500 a 2 mil 700 metros sobre el nivel del mar, ubicados en las áreas montañosas de Las Verapaces, El Progreso, Zacapa, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y la cadena volcánica. A pesar de varios esfuerzos, su conservación ha sido un problema por la caza furtiva, comercio ilegal y la deforestación de su hábitat.
Venerado por los mayas y aztecas que lo consideraban el “dios del aire”. Los gobernantes de Mesoamérica y de algunos rangos de la nobleza portaban tocados con sus plumas. Forma parte también de los símbolos patrios, da nombre a la moneda del país, es mencionado en el Himno Nacional de Guatemala y cada 5 de septiembre se conmemora el Día Nacional del Quetzal.
Es una especie endémica de Mesoamérica, distribuida desde Oaxaca y Chiapas, en México, hasta el centro y oeste de Panamá con hábitos monógamos, que pone dos huevos de color azul pálido y los polluelos son alimentados por ambos padres con dieta omnívora. Su temporada reproductiva ocurre entre marzo y junio, que depende de la ubicación y de las condiciones ambientales o disponibilidad de alimento, época en que se desplaza a tierras más bajas dentro de su rango de distribución.
Convivencia y características
El comportamiento del ave es arborícola, vive en pequeños grupos de hasta diez machos, hembras y juveniles, y su actividad principal es buscar alimento. Posee dimorfismo sexual, pues los machos son más grandes que las hembras y su plumaje es más colorido; tienen una cresta corta de plumas con una cola larga, su pico es amarillo, su dorso y alas van de verde azul a verdoso intenso y su vientre es rojo. Las hembras son más pequeñas y su plumaje es de color verde opaco, su cabeza es verde bronce, su garganta y parte superior del pecho son verdes, el vientre, gris y la parte baja, rojo; su pico de tonalidad variable entre negruzco y amarillo.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), con el apoyo de municipalidades y sociedad civil indica que realiza esfuerzos para su conservación, entre ellos: la declaratoria del Biotopo del quetzal, un área protegida establecida con el objetivo de conservar un remanente importante del hábitat del Quetzal y así contribuir a su conservación. El establecimiento del Corredor Biológico del Bosque Nuboso, que pretende mantener la conectividad biológica entre el Biotopo del Quetzal y la Sierra de las Minas, el área protegida con la población más grande de quetzales del país, entre otros.
Para observarlo
Entre algunos sitios donde puede verlo libremente se encuentran: Refugio del Quetzal (San Rafael Pie de la Cuesta, San Marcos), Biotopo del Quetzal Mario Dary Rivera (Purulhá, Baja Verapaz), Reserva Natural Los Andes (Santa Bárbara, Suchitepéquez), aldea Loma Linda (Nuevo Palmar, Quetzaltenango) y más.
El quetzal azul, del escritor estadounidense y padres guatemaltecos Dennis Avelar, narra la historia desde los ojos de un pájaro resplandeciente. “Los que aman las historias disfrutarán de la gran cantidad de personajes que representan diferentes partes del mundo y que comparten una responsabilidad común hacia la sostenibilidad de la tierra”, relata.
Con información del Conap, elquetzalazul.com y birdwatching.com.gt.