David Lepe
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El miedo, esa emoción natural y primaria que sentimos, puede ser una respuesta instintiva ante un sentimiento complejo asociado a la anticipación de eventos negativos, como el miedo al fracaso, al rechazo o a la muerte.
El cineasta Azael Jacobs decidió enfrentar uno de sus miedos que más lo persiguen: el de perder a sus padres. Lo hizo por medio del guion para un largometraje acerca de tres hermanas que deben reunirse para cuidar a su papá, a quien le han pronosticado pocos días de vida.
Durante la redacción de las escenas, eligió a las actrices que interpretarían a las hermanas: Carrie Coon (Ghostbusters: Afterlife, The Gilded Age), sería Katie, la mamá controladora de Brooklyn; Elizabeth Olsen (WandaVision, Love & Death), encarnaría a Christina, un espíritu libre preocupada al separarse por primera vez de sus hijos; y Natasha Lyonne (American Pie, Russian Doll) sería Rachel, una mujer que siempre ha vivido en el departamento de su papá y cuyo trabajo es apostar en deportes.
Y, por “arte de magia”, las tres actrices accedieron a participar en esta minimalista y hermosa película, cuyo nombre es His Three Daughters y ya la puedes ver en Netflix.
En una reunión con los votantes de los Globos de Oro, el director y las actrices me respondieron algunas preguntas acerca de la experiencia en la filmación de esta cinta que, por momentos, se asemeja a una obra de teatro.
“Azael hizo su propio Field of Dreams (filme de 1989 con Kevin Costner) con los personajes y nosotras, las actrices. Pensó: Si los escribes, ellas vendrán. ¡Y resultó!”, bromeó Natasha.
“El proceso fue muy parecido a como se trabajaban los rodajes antes. Solamente nos reunimos, nos conocimos, comenzamos los ensayos y después se filmó; todo lo hicimos en secreto, no hubo un gran anuncio en medios, fue íntimo”, comentó Elizabeth.
His Three Daughters transcurre en dos locaciones y nos muestra cómo tres hermanas que tienen varios años de vivir separadas, quieren cuidar de su padre durante los últimos días de su vida. Para lograrlo, las tres mujeres primero deben sanar sus heridas como hermanas, para después atender la despedida como hijas.
Hoy te recomiendo esta película que nos recuerda también que los papás ven a sus hijos con ojos distintos, y cuando se van, también desaparece esa persona que ellos veían.