Una vez más, Guatemala levanta su voz y el mundo escucha. Nuevamente, el liderazgo regional del presidente Bernardo Arévalo es reconocido y sus ideas quedaron plasmadas en un acuerdo universal, que marcará un nuevo rumbo en las relaciones multilaterales.
Combatir la desigualdad. Luchar contra la pobreza. Promover la paz, la defensa de los derechos humanos y el medioambiente. Estas fueron algunas propuestas lanzadas por el jefe de Gobierno guatemalteco, las cuales quedaron consignadas en el llamado Pacto para el Futuro, suscrito en el marco de la Cumbre del Futuro.
El referido encuentro fue convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y reunió, en Nueva York, Estados Unidos, a la máxima dirigencia política del mundo. El citado Pacto incluye 56 acciones sobre temas como la erradicación de la pobreza, la mitigación del cambio climático, la igualdad de género, la promoción de la paz y la revitalización del sistema multilateral, incluido el propio Consejo de Seguridad de la ONU.
Es en este marco en el que el país manifestó sus sugerencias. Fue ahí donde Guatemala aportó soluciones para los grandes retos que enfrenta la humanidad. Fue en ese auditorio, compuesto por mandatarios de las naciones que integran la ONU, que Arévalo hizo valer convicciones como la irrenunciable necesidad de eliminar la corrupción y promover sistemas de justicia que combatan la impunidad.
El Pacto del Futuro incluyó la suscripción del Pacto Digital Global, que busca que la inteligencia artificial sea aliada de la Humanidad, y la Declaración para las Generaciones Futuras, que pretende garantizar que las instituciones internacionales cumplan sus funciones en un mundo que ha cambiado, drásticamente, desde finales de la Segunda Guerra Mundial.
Lo suscrito por los dignatarios no permite el fracaso. Porque, como lo expresó Arévalo, un fiasco también impedirá que se silencien las armas, se prolongue la violencia y se mantenga la hambruna y la miseria. El mundo no puede permitir que esos lastres continúen. Los liderazgos globales deben hacer valer sus creencias democráticas. Y es en este punto donde Guatemala tiene mucho que decir y aportar. Donde Arévalo es oído y respetado.