EFE
El Barcelona de Hansi Flick mostró de nuevo su mejor cara y tumbó por 1-5 a un Villarreal que vivió al límite del fuera de juego y que sufrió los goles por partida doble de Robert Lewandowski y Raphinha, y otro tanto de
Pablo Torre.
Sin embargo, la peor noticia para el Barsa fue la lesión de Marc-André Ter Stegen, sustituido en camilla al filo del descanso, en un partido en el que el conjunto culé sometió con el balón al Villarreal en la primera mitad y aprovechó el desgaste físico y mental en la segunda parte del conjunto castellonense, al que le anularon tres goles en fuera de juego, para rematar el encuentro que lo deja con cuatro puntos de ventaja sobre el Madrid.
Inmaculado en Liga, el conjunto azulgrana quería resarcirse del tropiezo con el Mónaco y desde el principio dominó la pelota, aunque el submarino amarillo, lejos de asumir un papel de invitado, buscó aprovecharse desde el primer momento de la línea defensiva tan alta del Barsa y lanzó contras, pero los de Marcelino se toparon desde el primer momento con el fuera de juego.