La población estudiantil representa un factor vital en la prevención del dengue, ya que reforzar conocimientos sobre esta enfermedad a los alumnos puede salvar vidas.
Lo aprendido en clase a través de la orientación del personal salubrista, permite replicarlo en sus hogares y comunidades.
Esto se reflejó en establecimientos educativos de Coatepeque, Quetzaltenango, así como Catoxá, Chacté, Petén.
A los estudiantes se les capacita de que evitando acumulación de chatarra, botellas, y llantas se puede contrarrestar el dengue.
Mantener limpios los entornos las casas, centros educativos, en el trabajo y lugares de mayor concentración de personas, permite evitar la presencia del mosquito transmisor.
Además, aprendieron sobre la limpieza de pilas, toneles, tanques y recipientes para almacenar agua, con lo cual se evitará la presencia de larvas y la reproducción del zancudo.