La flor nacional aún es conservada y estudiada para reproducirla e insertarla en su hábitat
Ilustración: Sergio Espada
Guatemala está rodeada de riqueza cultural y también natural y entre su diversidad ancestral se encuentra la Monja Blanca, con forma taxonómica que perdió su pigmentación rosada (o morada) y solo conserva la amarilla en el centro del labelo, por lo que técnicamente los especialistas la clasifican semialbina en su especie.
Aunque su descubrimiento para la ciencia ocurrió a mediados del siglo XIX, es una planta que ha sido utilizada por la cultura maya y asociada a rituales durante cientos de años. Los mayas la descubrieron en las tierras altas de la Verapaz, antes de la conquista española, una de las ideas de su nombre es que la llamaban Saqi ixq, que significa mujer blanca o hembra blanca, por la apariencia que tiene la columna reproductiva.
Con la llegada de los españoles a la región, el nombre cambió al que posee actualmente, ya que ellos indicaban que parecía una monja en posición de oración.
“Los pobladores Q’eqchi’ la han utilizado en rituales o como ornamento de sus jardínes, en la época colonial para adornar algunas ermitas, dándole a la planta una gran importancia y colocándola entre su grupo de plantas sagradas”, explicó Fredy Archila, botanista guatemalteco.
La orquídea por excelencia ha circulado en Guatemala en las monedas de 50 centavos y fue declarada Flor Nacional el 11 de febrero de 1934, durante el gobierno del general Jorge Ubico, es considerada uno de los símbolos patrios. Su nombre científico es Lycaste virginalis forma alba (Dombrain), pertenece a la familia de Orchidaceae (orquídeas). Conserva características especiales brindadas por los bosques húmedos de las Verapaces, pero ha sufrido amenazas como la destrucción de su hábitat y por el saqueo sistemático cuando la extraen ilegalmente. Esta situación se ha considerado como las causas de la desaparición de la especie, por lo que desde hace aproximadamente dos décadas no se encuentra en su entorno.
Iniciativas para su conservación
Se prohibió la recolección y exportación de esta especie para promover su preservación, que fue en 1946, en el gobierno de Juan José Arévalo. En la actualidad hay un centro de rescate denominado Estación Experimental de Orquídeas de la familia Archila que se encarga de estudiar los especímenes. Introdujo 400 monjas blancas en el 2017 a los bosques de Guatemala e insertó 300 más al año siguiente.
Asimismo, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), por medio del Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Fonacon) en 2014, buscó generar conocimiento y reproducir ejemplares para que fueran reintroducidas a su hábitat natural. Realizaron un estudio y acciones estratégicas para su rescate y conservación.
Con información de CONAP, MSc Luis Javier Aju, curador del Herbario UVAL,
Su día
Cada 11 de febrero se celebra el Día de la Monja Blanca, que fue declarada Flor Nacional por Jorge Ubico en 1934.