Redacción, Deporte / EFE
El Barcelona, condicionado por la expulsión de Eric Garcia en el minuto 11, perdió ayer en la primera jornada de la Liga de Campeones contra el Mónaco (2-1), en el Estadio Luis II.
El cuadro azulgrana fue a remolque en el choque y en el minuto 16 permitió el 0-1, obra del extremo Maghnes Akliouche, pero resistió el acoso monegasco gracias a las paradas de Ter Stegen y al desacierto local, mientras que Lamine Yamal firmó el empate en el minuto 28 con un tiro ajustado a la cepa del poste.
Aunque el Barcelona mejoró después de la reanudación, el delantero George Ilenikhena aprovechó un desajuste defensivo en un balón largo para anotar en el minuto 72 el tanto de la victoria local.
Agónico
Irrumpió el uruguayo José María Giménez cuando el partido se encaminaba al empate y con la cabeza, prácticamente en el último suspiro, luego de un pase de Antoine Griezmann, seguramente el mejor del Atlético de Madrid y autor del primer tanto, metió el balón en la jaula del Leipzig para darle a los suyos una victoria de orgullo por 2-1 en el debut en la Liga de Campeones.
Había salido; sin embargo, el Atlético descolocado e impreciso al terreno de juego. Frío como el ambiente. Con Ángel Correa en lugar de Samuel Lino en el once, en una clara muestra del entrenador de que todos deben contar en un curso largo, con multitud de partidos, los rojiblancos surgieron entumecidos.
Lo estuvo Julián Álvarez, titular como nueve de referencia, con poco peso en el desempeño del equipo. Con pocas intervenciones desequilibrantes de las que se esperan de él. Pasada la media hora de la segunda parte fue cambiado por Sorloth. Álvarez fue de menos a más, pero necesita tiempo. Sigue en proceso de adaptación.