Washington, EFE
La campaña del expresidente y candidato republicano Donald Trump afirmó que confía en el apoyo de los estadounidenses de origen latino en las próximas elecciones presidenciales ya que “son cada vez más republicanos”, como demuestra el hecho de que la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris esté gastando “más dinero que nunca” en recuperar su apoyo.
“Ella está gastando más dinero del que (el presidente de EE.UU.) Joe Biden jamás gastó, y una de las razones por las que lo están gastando es porque no pueden conseguir su apoyo y están tratando de recuperar terreno”, apuntó en una llamada con medios el encuestador jefe de la campaña Trump, Tony Fabrizio.
En 2016, detalló Fabrizio, Hillary Clinton ganó entre los hispanos por 38 puntos sobre el presidente Trump (quien ganó las elecciones aquel año); en 2020, Joe Biden ganó por 33 puntos frente a Trump y este año, a nivel nacional, “Trump está entre nueve y 11 puntos por detrás de Kamala Harris”.
“Estamos hablando de una variación de casi 20 puntos a nivel nacional”, afirmó el experto, quien destacó la importancia de que las encuestas actuales muestren que Trump “va liderando o empatado” con Harris en dos estados clave, Arizona y Nevada, que son los que tienen la mayor población hispana de los siete estados bisagra.
Conocidos así por lo ajustado de su resultado, estos estados serán clave para la victoria en las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre, que enfrentarán a Harris y Trump.
“Los votantes hispanos en esos estados en particular están tan descontentos con la economía, la inflación, los empleos, todas esas cosas”, apuntó.
En estos estados, añadió, los latinos “están mucho más en sintonía con lo que sienten los votantes blancos que los votantes afroamericanos” y por ello “se están comportando política y socioeconómicamente más como votantes blancos que como votantes de otras minorías”.
Aunque a priori podría pensarse que estarían “en desacuerdo con las posiciones de inmigración del presidente Trump o cosas de esa naturaleza”, las encuestas muestran que “en Arizona y Nevada en particular a los ciudadanos lo que más les preocupa es la frontera y la seguridad fronteriza”.
“Dos tercios de los votantes hispanos son ahora de segunda y tercera generación y a medida que alcanzan un estatus económico más alto vemos que sus lealtades cambian políticamente”, explicó.
Así, hay “una serie de cosas que están sucediendo demográficamente dentro de la comunidad hispana” que están cambiando sus tendencias de voto.
Por ejemplo “los hispanos están pasando de convertirse en católicos a convertirse en cristianos evangélicos y con ello están cambiando de ser demócratas a republicanos”, agregó el experto.
“Lo que estamos viendo es que la combinación del clima económico, la combinación de preocupaciones de seguridad personal y su deseo de hacer realidad el sueño americano los está llevando al Partido Republicano”, concluyó.
En este contexto, la asesora senior de la campaña de Trump, Danielle Álvarez, apuntó que puesto que “esta elección se ganará en los estados clave” Trump ha visitado constantemente los estados con más población latina de Arizona y Nevada, pero también otros como Pensilvania.
“La campaña se está asegurando de que estemos haciendo ese importante acercamiento a los votantes hispanos”, dijo. En Pensilvania, por ejemplo, donde hay una gran comunidad puertorriqueña, se está haciendo una intensa campaña para llegar “por correo, por medios digitales” y, sobre todo, con Trump acudiendo a “entregar su mensaje en persona”.
En la llamada participó también el senador por Florida, Marco Rubio, quien afirmó que la vida de los latinos en Estados Unidos es mucho peor ahora que durante la presidencia del republicano.
“La vida en Estados Unidos era mejor cuando Donald Trump era presidente que en los últimos casi cuatro años con Joe Biden y Kamala Harris. En todos los aspectos, nuestra economía era más fuerte, el país era más seguro y Estados Unidos era más respetado en el mundo, más seguro frente a nuestros adversarios”, apuntó.