Londres, EFE
Si Darmian, en lugar de creerse Guti en Riazor para firmar una asistencia imposible hubiera mirado a la portería y disparado, quizá el Inter Milán habría vengado, en cierto modo, la derrota en la final de la Liga de Campeones de 2023.
En lugar de eso, el lateral se creyó que tenía detrás suyo a Karim Benzema, como ocurrió en aquella inolvidable acción de Guti, y dejó salir con vida al Manchester City, que estuvo superado como pocas veces en los últimos tiempos.
Porque el Inter seguramente mereció haber ganado en el Etihad, pero estuvo impreciso e inocente de cara a puerta. Marcus Thuram, Nico Barella y Hakan Calhanoglou pudieron dar un susto al campeón de hace dos ediciones, pero fueron incapaces de brindar un final feliz a la cantidad de ocasiones que generaba el Inter en transición.
El equipo de Simone Inzaghi recordó al que llegó hasta la final en 2023 y desmembró el centro del campo del City, desesperando al propio Rodrigo Hernández, para conseguir salir a la carrera y que la pelota estuviera en disposición de su tridente para marcar.
Amargo debut
El Paris Saint-Germain amargó el estreno histórico en la Liga de Campeones del Girona con una victoria por 1-0 en el Parque de los Príncipes con un gol en propia portería en el minuto 90 de Paulo Gazzaniga, quien había sostenido con vida al equipo de Míchel Sánchez hasta ese momento.
El cuadro de Luis Enrique, semifinalista de la última edición, hizo más méritos que su rival para sumar los tres puntos en la primera jornada de la fase liga de la renovada Champions y en el primer encuentro europeo sin Kylian Mbappé, aunque no logró la victoria hasta el último suspiro, cuando el empate ya parecía inevitable.
El estreno catalán en la Liga de Campeones tuvo un final amargo, pero los mil aficionados desplazados aplaudieron a sus jugadores al finalizar el duelo: hace tres años el Girona estaba en plazas de descenso a Primera RFEF y ahora es el equipo español que ha necesitado menos años en Primera para alcanzar la máxima competición europea (4).