Ana Contreras,
Gerente Agexport Consulting Group
A partir del 1 de mayo, con la entrada en vigor de los pilares de diálogo político y de cooperación, la aplicación del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica (ADA UECA) será plena. No obstante, el pilar comercial funcionaba provisionalmente desde el 1 de diciembre de 2013 con Guatemala.
El propósito del acuerdo es facilitar el intercambio comercial para ambas regiones a través, de la reducción de los aranceles y el aumento de la eficacia de los procedimientos aduaneros. Según datos del sitio web oficial de la Unión Europea, en el marco de este acuerdo, el comercio total entre la UE y CA aumentó de manera constante de 8,7 mil millones de euros en 2012 a un máximo histórico de 22 mil millones de euros en 2023, lo cual representa un incremento del 154%.
Para finales de 2024 UE aplicará nuevos
requisitos.
De acuerdo con las cifras del Banco de Guatemala, en el 2023 las exportaciones de Guatemala hacia la UE ascendieron a USD$ 1,562 millones, con productos como grasas y aceites comestibles, café, banano, azúcar, entre otros.
Sin embargo, el título VIII de este instrumento, relativo a comercio y desarrollo sostenible, establece compromisos enfocados a promover el crecimiento del comercio internacional con apego a estándares de cumplimiento social y medioambiental.
Estos abarcan no solo la protección de los derechos laborales, normas ambientales sino, disposiciones específicas para mitigar los efectos del cambio climático y los problemas globales del hábitat, con el fin de asegurar condiciones de sostenibilidad en la relación comercial preferencial existente entre las dos regiones.
Para finales del 2024, UE aplicarán nuevos requisitos para todas las exportaciones hacia Europa, en particular, el Reglamento de Debida Diligencia para la Sustentabilidad Corporativa, comprenden disposiciones en materia de evaluación de las transacciones comerciales en función de sus riesgos y oportunidades, con estándares de conducta durante y antes de dichas transacciones, el propósito es asegurar que las actividades productivas cumplan con normas y políticas financieras, comerciales, ambientales y legales.
Por su parte, el Reglamento de Deforestación propone reducir al mínimo la contribución de la UE a la deforestación y degradación mundial de los bosques, a través de trazabilidad, recopilación de información y evidencias relevantes sobre deforestación, para todos los agentes que introducen a esta región, madera, café, caucho, cacao, palma de aceite y sus derivados.
Es precisa la gradualidad y coherencia en la aplicación de estas nuevas disposiciones para que las mismas no constituyan un obstáculo al comercio y que en el marco del acuerdo se salvaguarden los derechos del intercambio; no obstante, estos requerimientos también deben ser percibidos como una oportunidad para dotar de valor agregado a los productos y servicios que hoy se exportan a UE. Las empresas deben visualizarlas como oportunidades para sentar bases sólidas de desarrollo y aumentar la calidad de nuestras exportaciones.