Foto: Jimmy Caal Estrada
La Fundación La Ruta Maya exhibe Sonidos ancestrales en el Hotel LATAM Xela, en Quetzaltenango, hasta diciembre y su ingreso es gratuito.
La curaduría de esta muestra y la instrumentación de las piezas es el resultado de la alianza entre la organización y el Museo de Instrumentos Musicales K’inich.
La colección presentada está registrada como Patrimonio Cultural de la Nación en el Registro de Bienes Culturales, y se encuentra bajo la custodia de la institución mencionada para protegerla, conservarla, investigarla, divulgarla y exhibirla al público con fines educativos.
Estos jugaron un papel importante en las actividades domésticas, rituales y políticos relacionados con su instrumentalización y se distribuían por Mesoamérica, así como creados por artesanos-artistas prehispánicos.
Recipientes divinos
De acuerdo con estudios e investigaciones recabadas por la fundación, para los pueblos de la antigüedad, el origen de los instrumentos musicales tenía raíces mitológicas, y el sonido de los más sagrados se entendía como la voz de los dioses. Existían ceremonias para las lluvias o procesiones guerreras, en las cuales las preferidas eran las trompetas de caracolas. En otros casos, la música acompañaba otras artes escénicas como la danza y poesía.
- Silbato de doble cámara con la forma de un ave.
La boquilla de insuflación está en el pico. Tierras Altas. Clásico (250- 900).
Esta pequeña ave de ojos saltones está catalogada por el Registro de Bienes Culturales como una vasija zoomorfa, pero el músico e investigador Bladimir Vásquez del Museo K’inich descubrió que no se trata de una vasija, sino de una ocarina de doble cámara.
- Flauta poliglobular con rasgos humanos.
Se toca verticalmente.
Tierras Altas de Guatemala. Clásico (250 -900).
- Flauta poliglobular con rasgos humanos.
Se toca verticalmente.
Tierras Altas de Guatemala. Clásico (250 -900).