Marcel Arévalo
Director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso Sede Académica Guatemala (2024 – 2028)
En 1966, esta película spaguetti western, de vaqueros a la italiana, irrumpió las pantallas del cine espectáculo con una grandiosa musicalización de Ennio Morricone.
Guardando las distancias sobre aquella obra de entretenimiento cinematográfico y lo que acontece en Guatemala, sin pretender desvirtuar una dramática realidad, de hecho hay actores que parecen haber salido de un teatro de comedia grotesca, donde toda su actuación se obsesiona por torcer a sabor y antojo los caminos de la justicia, y convertirlo en una sinuosa aplicación de la ley de la selva.
Póngale usted, lector, la cara que guste.
Tal es lo que pretenden imponer en el proceso de las comisiones de postulación para elegir las cortes. Las mafias intentaron boicotear el cronograma con recursos ridículos como cuestionar el espacio de las sesiones, en seguimiento a los nombramientos y elecciones de los comisionados, donde llovieron festejos, comilonas y sobornos. Ni aquí ni allá han logrado impedir que la transparencia y la honestidad se abran paso, poco a poco.
El proceso ha ingresado a la recta final, donde se evalúan los expedientes, incluso de aquellos innombrables, “distinguidos” con las órdenes Engel y Magninsky, reducidos a viajar al Disney chapín en Retalhuleu. Sabido esta que entre los comisionados hay quienes ya no tienen color en las mejillas y presumen su cuero de danta, pero aún hay quienes sí se pueden sonrojar y los que llevan sus banderas de dignidad muy en alto.
Y aquí, il buono, sin un solo disparo, “sin un choque sangriento”, encarna las aspiraciones democráticas y anti corrupción, de los pueblos y con ellos se enfrenta en duelo a los bruti e cattivi, que son algunos. Póngale usted, lector, la cara que guste.
El escenario del cementerio, del duelo final, se acerca y sabemos quien triunfarás, pero solo será un escalón más. La cima aún está lejana. En este trayecto es crucial involucrarse, estar atento, no permitir que mantengan la cooptación completa del sistema judicial. Hay que impedir que Xibalbá reine por completo.
Es esperanzador ver desfilar a jóvenes profesionales para entregar sus documentos, como motivador es también que quienes dirigen el proceso y aquellos de quienes integran la comisiones se han tomado la responsabilidad de darle un cuerpo sano a una desahuciada imagen, de ojos vendada, portadora de una balanza sin equilibrio. Cumplida su tarea, la estafeta deberán tomarla los “padres de la patria”, y ahí terminará la historia del tercer poder republicano, vaya responsabilidad tan grande en coyuntura tan crucial. Un momento de parteaguas que recién nació un 20 de agosto.
