Cámaras de seguridad de la colonia Santa Elena ll, zona 18, han registrado un incidente en el que agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron captados en evidente estado de ebriedad mientras se desplazaban en un vehículo que había sido consignado.
El video captado por las cámaras de vigilancia muestra a los efectivos de la PNC a bordo de un pick-up gris, conducido de manera imprudente, impacta contra otros automóviles que se encontraban estacionados en la vía pública.
Postura oficial
La respuesta del Ministerio de Gobernación no se hizo esperar. El titular de la cartera, mediante un mensaje en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), condenó enérgicamente el comportamiento de los agentes involucrados.
En su publicación, el ministerio dejó claro que se actuó de inmediato conforme a la ley, procediendo a la captura de los responsables su traslado a los tribunales correspondientes.
Se actuó como corresponde: Capturado y conducido a tribunales. Su acto de absoluta irresponsabilidad puso en riesgo la vida de personas, además de dañar propiedad privada, escribió el ministro Francisco Jiménez, subrayando la gravedad del hecho y la necesidad de tomar medidas drásticas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Además, el funcionario enfatizó el propósito principal de la PNC, recordando que La PNC está para servir, NO para destruir.
Consecuencias legales y disciplinarias
El incidente ha generado una ola de indignación entre la ciudadanía, que exige respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades.
La conducta de los agentes no solo representa una violación flagrante de las normas y principios que rigen a la PNC, sino que también constituye un delito que deberá castigarse conforme a la ley.
En este sentido, los agentes involucrados enfrentaran un proceso penal por los daños causados y por poner en peligro la vida de terceros.
Asimismo, se prevé que las autoridades internas de la PNC inicien una investigación exhaustiva para determinar si existen otros elementos dentro de la institución que puedan estar incurriendo en conductas similares.
Además de las sanciones penales, los agentes podrían enfrentarse a medidas disciplinarias severas, incluyendo la destitución de sus cargos.
La PNC, en su misión de proteger y servir a la población, no puede permitirse tener en sus filas a personas que actúen de manera contraria a estos principios.
Este tipo de incidentes no solo afectan la reputación de la institución, sino que también minan la confianza que los ciudadanos depositan en las fuerzas de seguridad.