Nacho García
Uruguay, con una ‘selección B’, y Guatemala empataron este domingo 1-1 en un amistoso jugado en el Chase Stadium de Fort Lauderdale que se dividió con una mitad de dominio para cada equipo, reflejada en los goles de Lucas Pino para los sudamericanos en la primera parte y de Pedro Altán para los centroamericanos en la segunda.
Las sensaciones fueron mucho más positivas para Guatemala por la reacción llevada a cabo tras el descanso con numerosos cambios que le cambiaron la cara al partido, logrando así esquivar una vez más la derrota ante combinados de fuera de su región.
Buen arranque de la Celeste
Uruguay tomó el control del partido desde el primer minuto, los integrantes de la lista quisieron agradar y convencer, logrando que La Celeste viviera mayoritariamente en campo contrario, y permitiendo únicamente a Guatemala alguna irrupción ofensiva.
Pisaron el área, tuvieron buenas combinaciones, pero no lograron superar el bloque defensivo sólido que planteaba el técnico Luis Fernando Tena con sus jugadores.
A los veinte minutos Uruguay logró batir la barrera defensiva chapina, lo hizo por alto con un buen centro desde la izquierda que cabeceó Matías Fonseca, teniendo muy buena respuesta del arquero. Su reacción evitó el gol pero no que la pelota quedara muy favorable para que Lucas Pino rematara y convirtiera a placer.
Era el primer gol con la Celeste del centrocampista de 18 años del City Torque.
En sólo cuatro minutos llegó la respuesta guatemalteca, lanzada al ataque, también por alto, pero sin éxito y sin preocupación para Guillermo de Amores. Bastó ese acercamiento para comprobar que ‘jugaban en casa’ por los ánimos que recibieron desde la grada.
Guatemala reacciona y roza la victoria
Los cinco cambios realizados por Tena al descanso cambiaron la cara a Guatemala, que generó dos llegadas consecutivas al inicio de la segunda mitad y animaron el partido. La pelota llegó al área pero tuvieron el mismo problema de encontrar rematadores, y Uruguay lo solventó por la vía fácil.
Se igualó el partido, los chapines tenían algo más el balón, se lo discutían a La Celeste en el centro del campo.
El gol del empate llegó en el 66, con una jugada por la izquierda iniciada con recuperación de Elmer Cardoza, quien sirvió a Olger Escobar para adornarse con una ruleta en el centro del área y regalar el remate a Pedro Altán, que no perdonó desde el área chica.
Lemus se convirtió en el más peligroso de la cancha. Tuvo primero una que estrelló al larguero, y continuó un minuto después con un disparo cruzado que se desvió. Las opciones de remontada estaban ahí y Uruguay se preocupaba más de defenderse que de atacar.
Alexander Machado la tuvo para La Celeste en el último minuto. Desde el punto de penalti remató, pero el de Miramar la mandó a las nubes, siendo la última ocasión de la noche previa al pitazo final que sellaba las tablas entre ambas selecciones.