Juan Manuel Blanco
La Iglesia católica y empresarios solicitaron este martes a las autoridades ponerle atención al aumento de la violencia por los carteles del crimen organizado en la frontera sur de México y atender a los cientos de mexicanos desplazados a Guatemala.
Los obispos y párrocos en Tapachula, principal urbe en el límite de México con Guatemala, exhortaron al pueblo a unirse para pedir por la paz de los habitantes de Chiapas, estado de la frontera sur.
Martin Moreno, párroco de la iglesia de San Agustín, denunció en una entrevista con EFE que hay “situaciones muy difíciles” de violencia, y enfrentamientos armados entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, algo “inédito” en esta región de México.
También expuso que los grupos criminales obligan a las personas a estar en retenes o filtros para evitar que se entrometan integrantes del bando contrario, las colocan en los enfrentamientos y, si no acceden, extorsionan a los campesinos para que paguen dinero por sus cosecha.
“Hay una tendencia de las autoridades a minimizar o a decir que no existe (el problema), pero cuando un presidente como el de Guatemala (Bernardo Arévalo) dice: ‘tenemos 800 chiapanecos que están buscando refugio y los vamos ayudar’, no se puede decir que no existe”, comentó el cura.
La Iglesia católica en Tapachula colocó lonas con el símbolo de la paz en la parte exterior de los templos para visibilizar el problema de la violencia en Chiapas, que se ha concentrado en la Diócesis de la Sierra Madre, donde hay 10 parroquias y 12 sacerdotes.
“El problema es grave y siguen los enfrentamientos entre estos dos grupos y toman a las personas como carne de cañón”, apuntó.