EFE
El papa Francisco visitó este martes la basílica de san Agustín, en el centro de Roma, en una corta visita de unos 15 minutos en la que rezó en la capilla donde están los restos de santa Mónica. También saludó a frailes, monjas y peregrinos que estaban en el lugar.
“En memoria de santa Mónica (cuyo fallecimiento se conmemora hoy), el papa Francisco se dirigió a la iglesia de san Agustín en Roma y se paró a rezar en la capilla donde se guardan los restos de la santa, y posteriormente ante la imagen de la Virgen”, informó la Santa Sede en un comunicado.
“Al salir, saludó a los frailes, monjas y peregrinos presentes, y luego regresó al Vaticano”, agregó la misma fuente.
Según medios locales, se trató de una visita hecha por sorpresa por el papa, y de carácter privado, y tras estar en el templo en torno a un cuarto de hora el pontífice volvió a la Ciudad del Vaticano, situado a poco más de un kilómetro de la basílica, que se encuentra en el centro de Roma y a escasos metros de plaza Navona.
Este santuario dedicado a san Agustín de Hipona es una basílica menor católica y en ella se hallan los restos de su madre, santa Mónica.
Se trata de la iglesia madre de la cual surgió la Orden de san Agustín, y se alzó en torno al año 1286 d.C. sobre las bases de otra iglesia primitiva. La basílica se conoce también por su estilo arquitectónico del renacimiento romano, y en su interior hay obras de artistas como Caravaggio, Rafael o Guercino.
Las visitas sorpresa del papa en torno a Roma son comunes. A fines de julio visitó un parque de atracciones en Ostia, la zona marítima de la Ciudad Eterna, donde se reunió con una monja y feriantes y artistas de circo que participaban en un festival en el lugar.