Acompañar a las municipalidades, brindándoles apoyo técnico y facilitándoles recursos para implementar obras en sus territorios, forma parte de las funciones del Instituto de Fomento Municipal (Infom). Sin embargo, esta entidad había estado abandonada por años y la meta de la actual administración, presidida por Karin Slowing, es recuperarla. Así lo detalló la funcionaria en la siguiente entrevista, en la que aborda varios temas de interés.
¿Cuál es la situación actual del Infom?
Es complicada. En los últimos 10 años, hemos enfrentado un deterioro institucional, una crisis financiera que nos limita en la capacidad de atender la demanda de las
municipalidades.
¿Qué acciones se han tomado para mejorar la situación?
Estamos trabajando en una reorganización interna y en un proyecto de reingeniería. Nuestro enfoque es modernizarlo, incorporar tecnología y eficientar la atención a proyectos, especialmente de agua y
saneamiento.
Esto es un enorme desafío…
Los desafíos son enormes y múltiples, pero tenemos esperanza de apoyo gubernamental. Enfrentamos, desde la falta de inversión en infraestructura y tecnología hasta el déficit de personal especializado. Además, nuestra legislación data de 1957 y necesita actualización para adaptarse a los tiempos actuales. También, tenemos que revisar nuestros acuerdos gubernativos y manuales de operación que no se han actualizado en más de ocho años.
¿Y en relación con los proyectos priorizados?
Los de agua y saneamiento son prioritarios. Trabajamos en la reconversión de nuestras capacidades para escalar los proyectos de este tipo. Actualmente, tenemos una demanda de más de 2 mil iniciativas de agua, pero solo podemos ejecutar unas cinco al año. Queremos cambiar eso, mejorar la eficiencia de nuestras operaciones y el acceso a recursos.
¿Cuáles son los retos en los proyectos de agua?
El Infom lleva más de 35 años en esta labor, pero encontramos procesos que toman demasiado tiempo. Una solicitud para un sistema de agua puede tardar hasta una década en materializarse. Ahora queremos hacer más eficientes estos procesos y ser sostenibles.
¿Cómo enfocarán las acciones para ello?
Buscamos adoptar un enfoque integral de gestión de recursos hídricos, lo que implica, por ejemplo, no solo excavar pozos, sino también trabajar en la reforestación de las zonas de recarga hídrica. El objetivo es que al extraer agua también se implemente un plan de sostenibilidad, para garantizar que el líquido vital vuelva al sistema.
¿De dónde saldría el financiamiento para estos proyectos?
Estamos explorando varias opciones. Por un lado, buscamos apoyo del Gobierno y de la comunidad internacional. Asimismo, analizamos alternativas financieras como alianzas público-privadas y proyectos ejecutados a través de préstamos de organismos financieros. Queremos generar un modelo financiero sostenible.
Para estos objetivos, ¿qué coordinaciones hay con el Gobierno y la Asociación Nacional de Municipalidades?
Tenemos un diálogo constante. El presidente de Anam (Sebastián Siero) forma parte de nuestra Junta Directiva, y estamos en contacto con los alcaldes mediante giras de trabajo y nuestras coordinaciones regionales. También, con el mandatario Bernardo Arévalo hemos viajado para atender las necesidades de los municipios y las prioridades de las alcaldías. La idea es que el Ejecutivo, a través de sus ministerios y secretarías, responda a estas demandas, especialmente en temas de agua y
saneamiento.
¿Cómo percibe el futuro del Infom y su aporte al país?
Nuestra visión es que se convierta en un actor clave en el país, especialmente en temas de agua y saneamiento, que impactan en la salud, la productividad y el bienestar social. Queremos que las municipalidades, así como los ministerios, vean al Infom como su mejor aliado. Trabajamos en dejar un plan estratégico avanzado e implementado antes de que termine esta administración, y que sea perceptible tanto para las comunas como para la sociedad en general.