EFE
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, insistió que su Gobierno no reconoce el “fraude” electoral perpetrado por el “régimen” de Nicolás Maduro en Venezuela, tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que confirmó el triunfo del chavismo en las elecciones del 28 de julio.
“La crisis en Venezuela es indiscutible, y desde Guatemala ya hemos dicho que sus recientes elecciones solo son una demostración de la misma: el régimen de Maduro no es democrático y no reconocemos su fraude”, afirmó el mandatario centroamericano en un mensaje en la red social X.
El presidente guatemalteco, crítico con Maduro, trasladó su “solidaridad con el pueblo hermano de Venezuela, que lucha por su libertad y democracia”.
“Los pueblos de todo nuestro continente debemos demandar una salida pacífica, que garantice la voluntad del pueblo y que recupere el país para todos los venezolanos”, subrayó Arévalo.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), controlado por magistrados afines al chavismo, confirmó que los cuestionados resultados de las elecciones del 28 de julio le dieron la victoria a Nicolás Maduro.
La sentencia, con la que concluye de manera “inequívoca e irrestricta” la revisión de las elecciones, se produce 22 días después de que el propio Maduro solicitara este proceso, a través de un recurso de amparo que nunca se conoció y por el que fueron convocados al TSJ los 10 excandidatos presidenciales.
Antes de que el TSJ emitiera su fallo, el abanderado de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, advirtió que la decisión judicial “solo agravará la crisis” que vive el país.
La PUD mantiene que su González Urrutia ganó por amplio margen las presidenciales y publicó “el 83,5 % de las actas electorales” para reforzar su reclamo, que ha sido respaldado por varios países y organizaciones nacionales e internacionales.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó ganador a Maduro, sin haber publicado los resultados desagregados, un punto que estaba contemplado en el cronograma de la contienda, lo que ha sido exigido por buena parte de la comunidad internacional.