Con lágrimas por la emoción, pero a la vez feliz, Raúl Anguiano, paratleta, anunció ayer su retiro del bádminton e hizo un último aporte al deporte nacional, al donar las medallas de sus mejores triunfos de una carrera de casi 40 años, para que se exhiban en el Museo del Deporte.
Su discurso lo dio en presencia de su esposa, hijos, su madre, su hermano, Érick; su entrenador, José María Solís, el atleta cinco veces olímpico, Kevin Cordón, jugadores del futuro de esta disciplina y dirigentes, acto desarrollado en las instalaciones del centro de exposiciones.
Quiso donar sus premios porque consideró que los guatemaltecos merecen tener la oportunidad de ver y saber de sus logros y que les sirva de motivación para ayudarlos a buscar buenos resultados.
“Para mí es muy importante hacer el cierre en esta carrera, porque uno en el deporte vive tantas pasiones. Es la profesión a la que me dediqué toda mi vida. Uno nunca se imagina el día que se va a retirar, pero sí sabe que va a llegar. Como atleta se le huye al retiro, porque es un gusto competir”, declaró Anguiano en su discurso de despedida.
La valiosa donación que hizo fue: la Medalla de Oro de los Juegos Panamericanos de Lima, 2019, primera y unica que se ha logrado, y las de bronce de los Campeonatos Mundiales de Corea 2009 y Guatemala 2011.
Los certificados otorgados por la Federación Mundial de Bádminton, como número uno de ranquin mundial en los años 2007, 2011 y 2013. Como también las preseas del pentacampeonato Panamericano, obtenidas en Brasil 2010, Guatemala 2012, Cuba 2014, Colombia 2016 y Perú 2018.
Y finalmente el certificado como ganador del premio José Luis Campo, como mejor paratleta de las Américas de 2019.