Editorial
Guatemala llevaba años de no ponerle la atención debida al sistema de salud pública. Hoy, las nuevas autoridades se han esforzado por iniciar, de manera integral, el remozamiento de los primeros hospitales que sufrían el más notorio abandono y el consecuente deterioro.
Durante la pandemia del Covid-19 (2020-2021) habría sido el momento oportuno para trabajar en esa infraestructura física básica. Sin embargo, nada de eso se hizo.
Ahora es elogiable que al menos en seis meses de la nueva administración, se hayan remozado 19 centros asistenciales. Esto ha incluido reparaciones y otros cambios menores como pintura, pero, sobre todo, se ha logrado abastecer con hasta un 90 por ciento de medicamentos a todas las unidades.
Pero el reto es mayúsculo. El gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera tendrá que retomar las construcciones de nosocomios que quedaron solo en planos o apenas iniciados, no obstante haber sido realizados desembolsos económicos importantes durante del gobierno anterior.
Adicional a ese objetivo de recomponer la cadena hospitalaria, no menos importante es el rol que ahora pone en marcha el equipo de gobierno, como lo es la transparencia.
En décadas, el Ministerio de Salud había sido blanco de innumerables señalamientos de corrupción, en detrimento de la población y de las finanzas públicas. Los nuevos procesos son diferentes, pues se están poniendo en práctica modelos de transparencia de los que antes no se hablaba.
En esa dirección, ya se ha suscrito un acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), el cual permitirá la compra masiva de medicinas a precios mucho más bajos que los que regularmente se manejaban en administraciones pasadas.
Todo esto en aras no solo de transparentar las compras, sino también de optimizar los recursos y, de esa manera, brindar mejor atención a miles de pacientes que a diario acuden en busca de apoyo a sus problemas de salud.
Por lo pronto, el reto es continuar con la mejora total de la red hospitalaria y la construcción de nuevos centros asistenciales, incluyendo 400 centros de salud. Ojalá que los ambiciosos planes oficiales sean una realidad y se logre cambiar por completo esa imagen deplorable que se tenía del sistema nacional de salud.