La manera en que las urbes crecen y evolucionan afecta a los residentes y repercute en el entorno que los rodea, razón por la cual los científicos se esfuerzan por comprender las tendencias generales.
En las últimas décadas, desde 1990, las ciudades de todo el mundo han ido creciendo más hacia arriba que hacia afuera, y lo han hecho al ritmo de su desarrollo económico, según un estudio publicado en la revista Nature Cities.
Las aglomeraciones urbanas pueden crecer horizontalmente, expandiéndose hacia el exterior, y llenando el suelo urbano vacante, o hacia arriba. Para caracterizar el crecimiento de los conglomerados citadinos en las últimas décadas, Steve Frolking, de la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos, en colaboración con investigadores de Alemania, analizaron datos satelitales de 1550 urbes de todo el mundo desde la década de 1990 hasta la de 2010.
Los autores descubrieron que, en los últimos 30 años, las metrópolis han crecido en distintas fases en consonancia con el desarrollo económico.
Según el estudio, desde la década de 1990, especialmente en las regiones del mundo en rápido desarrollo, las ciudades han pasado de un crecimiento de baja altura hacia el exterior a un crecimiento de mayor altura, hacia arriba.
Los autores señalan que esto varía según la región: por ejemplo, en China, el Sudeste Asiático y África, las construcciones se han expandido tanto hacia arriba como hacia fuera desde la década de 2010,
aunque no lo han hecho al mismo tiempo ni al mismo ritmo.
Por ejemplo, en Lagos, las tasas de crecimiento vertical y horizontal fueron muy bajas en la década de 1990.
Sin embargo, registraron aumentos hacia arriba en la década de 2010, un comportamiento similar al de Pekín, China, y Ho Chi Minh, Vietnam, pero con una década de retraso.