Su trabajo ha sido premiado en Bélgica, India y Reino Unido
María Isabel Amorín es una científica guatemalteca, graduada de la Universidad de San Carlos de Guatemala de la licenciatura en Química, y cuenta con una maestría en Química de Materiales de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido. A sus 32 años ha destacado con su investigación en la que utiliza cáscaras de camarón para limpiar aguas residuales, que este año la hizo acreedora del premio Exalumna Chevening.
Conozca más de su vida y trabajo en la siguiente entrevista.
¿Quién es María Isabel y su gusto por la ciencia?
Soy guatemalteca. Mis papás, Julián Amorín y Jayne Cabrera, tienen una organización de divulgación de la ciencia; entonces, en realidad he estado ligada a ella desde muy pequeña. Ellos tienen un show científico que llevan a colegios y a todo tipo de eventos de niños. Desde ahí es que me llama la atención la ciencia, y luego estudié una Licenciatura en Química en la Universidad de San Carlos e hice mi maestría en química de materiales en la Universidad de Edimburgo, con una beca del gobierno de Reino Unido.
Quiero seguir estudiando, pero para seguir los doctorados, soy muy consciente de ver que el programa sea el que me guste, con un tema que me llame la atención y ahora estoy explorando que
opciones hay.
Ha sido acreedora de varios premios, ¿qué siente de estar nominada y luego de ganar?
Muy valioso, sobre todo la categoría que fue de Ciencia y Tecnología. Que la beca que me permitió ir a estudiar en Reino Unido (que siempre fue mi sueño), ya que desde el colegio, mi papá en las vacaciones me llevaba a estos eventos que había antes de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, donde traían a científicos del extranjero; entonces, siempre fue como una meta poder ir a estudiar al extranjero y en el Reino Unido estaban todos los descubrimientos científicos y todo el avance de la ciencia.
Para mí era como el lugar para estudiar ciencia, no solo la beca me da esa oportunidad de poder ir y ahora que cumplió 40 años la beca hace esta premiación a alumnis que estén en diferentes áreas que de verdad fue muy emocionante y sobre todo ir allá y poder conversar con todos los demás premiados que tienen un enfoque de forma de vida muy parecido, como que compartimos una visión.
Hablemos de su investigación, el filtro y el líquido para limpiar aguas residuales.
Pues el desecho de las cáscaras de camarón está compuesto de tres componentes: proteínas, minerales y un polímero. Un componente estructural que se llama quitina y esa se puede transformar mediante otra reacción en quitosano, que es un material que tiene múltiples aplicaciones, pero entre las cosas que a mí me llamaron la atención fue cómo ayuda del tratamiento agua de residuales.
Te puedes imaginar que es como si fuera un magneto, cuando tienes dos imanes y los vas agarrando. Este polímero es largo y tiene cargas positivas, las partículas de suciedad que están disueltas en el agua tienen cargas negativas y eso hace que se pegue, se vaya hacia el fondo.
Y en el caso del filtro para los colorantes textiles, estos también tienen cargas negativas, entonces absorbe el colorante textil.
El componente que viene de las cáscaras de camarón es el principal de estas dos aplicaciones que tenemos, el filtro que es más para colorantes textiles y la otra que es en forma líquida se agrega al agua y hace que la suciedad se vaya al fondo.
¿Cómo es la degradación de estos tres procesos?
Vale la pena explicarlo porque parece como si fuera solo la cáscara, pero en realidad lo que tenemos que hacer es separarlo. La primera reacción es para quitar las proteínas, la segunda reacción química es para quitar minerales y la última, que es la más importante, es para pasar de quitina a quitosano.
¿Cuál es la visión para implementarlo?
Yo empecé en una escala muy pequeña, a nivel laboratorio en beakers (vasos de vidrio) y ya se puede ir escalando. Por ejemplo, en 2019 tuve la oportunidad de ir a una planta en India que ya tiene gran escala en la producción, son cosas que se podrían hacer en Guatemala y es como mi visión y mi sueño poder generar estos materiales que se llaman biomateriales porque vienen a partir de elementos biológicos a mayor escala, porque tenemos los desechos, la agroindustria, todas estas cosas, pero no lo estamos utilizando; entonces, es como darle un valor agregado a ese desecho.
¿Cuánto tiempo le llevó desarrollar el proceso?
Ya llevo cuatro años. Empecé en 2019 y he ido a distintas pasantías, en Costa Rica e India, luego me voy a la maestría, lo que aproveché porque las universidades de Reino Unido son tan completas que tienen programas de emprendimiento e innovación. Me metí a todos estos programas y eso es lo que me hizo poder continuar con el proyecto y tener hasta financiamiento que obtuve mientras estaba allá para poder continuar, entonces hice la maestría y luego ya al volver a Guatemala continué con esto.
Después me fui a Suiza y ahí lo aplicamos entonces ha sido una serie de pasantías de investigación para poder llegar a estos productos y a más escala.
¿Qué les dice María Isabel a todas las mujeres guatemaltecas?
En realidad mi mensaje para todos, el de informarnos, el buscar información, ver cómo podemos formarnos porque esa es nuestra forma de salir adelante, no solo con oportunidades porque a veces también de eso dependen muchas otras cosas, pero lograr comprender el mundo, poder analizar mejor las situaciones en las que en las que vivimos. Yo creo que estudiar, formarse es muy importante y perseguir lo que les llama la atención