El mes recién pasado volvió a ser de muchos dólares para miles de familias porque los residentes fuera del territorio nacional, mayoritariamente en Estados Unidos, repitieron su costumbre de enviar un alto flujo de remesas a Guatemala.
Las transferencias sumaron 1 mil 819 millones para cumular 12 mil 090.4 millones desde enero. En relación con el mismo período del año pasado, las transacciones experimentaron un incremento del siete por ciento. Comparado con el mismo plazo de 2022, la subida fue menor. En todo caso, las autoridades monetarias ya tenían pronosticada esa merma debido a que no se podía mantener un ritmo tan elevado como el de otros años.
La explicación del Banguat
El presidente del Banco de Guatemala (Banguat), Alvaro González Ricci, explicó que la evolución de este flujo de dinero “es congruente con lo previsto, es decir, una desaceleración, debido al amplio crecimiento de los años anteriores”.
La Junta Monetaria ha previsto que para el cierre del año el alza sea de un nueve por ciento, y el monto a percibir alcanzaría los 21 mil 685 millones de dólares.
En 2025 también será otro escenario. González Ricci manifestó que el ritmo será más acorde con los patrones históricos, es decir que subirán entre un seis y siete por ciento. Aún así, los desembolsos hacia aquí seguirán siendo altos, superando los 22 mil millones.
A criterio del funcionario, los despachos de efectivo de la comunidad migrante siempre dependerán del comportamiento del empleo en Estados Unidos, de los ahorros que estas personas acumulen allá y del efecto de las políticas antimigratorias que pudiera establecer el próximo gobierno. También podría tener un efecto negativo en caso haya una
desaceleración económica mayor a la estimada en aquel país.