La falta de trabajadores en actividades específicas ha desatado una ola de preocupaciones en el empresariado. Aunque era un secreto a voces esta problemática, un sondeo realizado por el Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial de Guatemala (CentraRSE) confirmó las
percepciones.
Esta organización entrevistó a altos ejecutivos de las compañías más grandes del país, aquellas que tienen más de 300 trabajadores, aunque también incluyó a pequeñas y medianas, o sea aquellas con una planilla
mínima de 50 obreros.
La muestra se realizó en abril del presente año, entre 61 conglomerados de diversos sectores, incluyendo la agroindustria, comercio, servicios, construcción y finanzas.
25 por ciento dijo que la migración rompe el tejido social.
Social y laboral
De acuerdo con el gerente de CentraRSE, Juan Pablo Morataya, los resultados han sido contundentes: el 85 por ciento de las empresas interrogadas reconoció el impacto que la migración está teniendo en el país y sus negocios.
Lo preocupante es que el 61 por ciento respondió que la falta de mano de obra es uno de los efectos más importantes en sus actividades productivas, aunque la percepción es de hasta un 71 por ciento.
Esto, sin considerar el costo social y humano del fenómeno migrante, expresó Morataya. Otro 25 por ciento de la muestra dijo que las repercusiones más preocupantes deben considerarse desde el punto del rompimiento del tejido social.
El estudio se hizo como parte de la plataforma empresarial de apoyo al migrante que impulsa este centro, el cual aglutina a unas 140 compañías de todo el país, que impulsan proyectos de sostenibilidad en sus giros de negocios.
De acuerdo con el gerente de CentraRSE, “son preocupantes las repercusiones en el ámbito social que tiene la salida de miles de guatemaltecos hacia otros países”.
Agregó que hay comunidades enteras que ahora están partidas por estos acontecimientos que implican la salida de mano de obra que se necesita aquí para el desarrollo del país. Por ahora, dijo, es necesario hacer alianzas entre el sector público y privado para promover estrategias dirigidas a detener
esta situación.
En esa misma línea se expresó Érick Coyoy, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies). El especialista explicó que ese déficit de trabajadores es palpable en la actividad de la construcción, uno de los sectores que ha venido con un desempeño muy dinámico en la economía.
También hacen falta conductores de transporte pesado y en la agroindustria, sobre todo, añadió. Según él, es momento de diseñar estrategias de mediano plazo para evitar la salida de tanto guatemalteco, aunque admitió que Guatemala es un país de paso.
En el caso de los trabajadores de la construcción, manifestó que es difícil competir con los salarios mínimos en Estados Unidos, donde los constructores ganan más de 15 dólares la hora, contra un salario mínimo muy bajo que se paga en Guatemala.
