El gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera no deja de trabajar por el bien de los guatemaltecos. Aun cuando existen esfuerzos negativos que pretenden atentar contra la democracia, ambos no cejan en su idea de hacer florecer una nueva primavera para Guatemala.
En el Ministerio de Gobernación, Francisco Jiménez ha enfocado todas las baterías en enfrentar a la delincuencia, recuperar el control del sistema penitenciario y combatir el narcotráfico, lo cual ha ejecutado con mucho éxito. En la salud se trabaja en la erradicación de enfermedades como la Covid-19, el sarampión y el dengue, entre otras, con brigadas que cubren los cuatro puntos cardinales del territorio.
En educación ya se han remozado más escuelas que las entregadas por el mismo trabajo en los últimos dos períodos de gobierno. Y se espera que sean muchísimas más al finalizar el período de Arévalo y Herrera. Todo esto solo para mencionar algunos de los programas de desarrollo y crecimiento en los que se enfoca el esfuerzo gubernamental, en favor de los más necesitados.
Pero los deseos por dar a la población mejores niveles de vida y una Guatemala diferente no se quedan allí. Los gobernantes también trabajan porque los guatemaltecos sean personas más y mejor informadas, pues están conscientes de que quien está mejor informado puede tomar mejores decisiones para su vida personal y, por supuesto, para sus comunidades.
Por ello es que, desde finales de enero, se nos encomendó trabajar en un cambio de la línea editorial que periodísticamente le dé más importancia al qué que al quién. Y es por eso que ahora, en nuestras páginas, ofrecemos piezas periodísticas más enfocadas en explicar los problemas y lo que se hace por solucionarlos, que en contar quiénes son los que ejecutan esas acciones.
Para los gobernantes, es más importante informar, como deber ser, que resaltar la labor de sus funcionarios, quienes tienen la obligación de trabajar por una Guatemala mejor.
Esa es la principal explicación de nuestro cambio, uno que no solo tiene que ver con la forma de informar sino también con el formato de presentación. Así, a partir de hoy, les presentamos el nuevo Diario de Centro América (DCA), al que le hemos devuelto la solemnidad, confianza, formalidad y credibilidad que le otorga la letra gótica a su logotipo, tal como lo han hecho por décadas los diarios más importantes del orbe.
Pero este retorno a lo vintage tiene una parte característica pensada y es llevarlo a una mezcla mágica con los aires de la modernidad para los formatos de presentación periodística. Por ello ustedes pueden notar un cambio en nuestra tipografía, en los colores de los titulares, en los elementos auxiliares de espacios informativos y en la paleta de colores que ahora usamos en nuestras secciones, para darle esa viveza que nos haga atractivos para todos los grupos etarios.
Reciban, pues, el nuevo DCA que, más allá de marcar una diferencia visual, pretende ofrecer más y mejor información. Por eso es que trabajamos para informarte, como deber ser.