Washington/Moscú/ Estambul, EFE
En el más grande canje de prisioneros desde la Guerra Fría, Estados Unidos (EE. UU.) y varios países aliados intercambiaron con Rusia a 24 presos, entre ellos, el periodista estadounidense Evan Gershkovich y el hispano-ruso Pablo González, en el aeropuerto de Ankara. El proceso se hizo con la coordinación de los servicios secretos turcos.
Según confirmaron la Casa Blanca y el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), Moscú puso en libertad a 16 personas: tres ciudadanos estadounidenses y una con residencia legal en el país norteamericano, además de a cinco alemanes y siete rusos. Por su parte, los estadounidenses y sus aliados excarcelaron a otras ocho que fueron llevadas a Turquía, junto con dos menores, lo que sitúa el número total de liberados en 26.
El canal de Turquía NTV precisó que los reos fueron a la capital de este país procedentes de siete naciones: EE. UU., Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega y Rusia, antes de que 10 de ellos -los dos menores incluidos- viajaran a Rusia tras el intercambio, coordinado por los servicios
secretos turcos (MIT).
Entre los detenidos liberados están el periodista estadounidense Evan Gershkovich, del Wall Street Journal; el también comunicador hispano-ruso Pablo González, arrestado en Polonia; el militar estadounidense Paul Whelan; el alemán Rico Krieger, sentenciado a muerte en Bielorrusia, y el opositor ruso Ilya Yashin, así como Vadim Krasikov, oficial del FSB (antigua KGB), encarcelado en Alemania por el asesinato de un disidente checheno.
El presidente Vladímir Putin había sugerido insistentemente en los últimos meses en la posibilidad de hacer los cruces a Krásikov por algún preso en cárceles de su país. Washington confirmó que las negociaciones contemplaban en un inicio la liberación del líder opositor Alexéi Navalni, pero este falleció en una cárcel en febrero pasado.
El presidente Joe Biden calificó de “hazaña diplomática” el cambio de presos, en el que su administración había puesto en el centro de las negociaciones la libertad de Whelan y de Gershkovich, corresponsales del Wall Street Journal.