El vinagre es un aliado en la cocina para infinidad de usos, los hay de distintos tipos y se distingue por su nivel de acidez, sin importar de qué está hecho: fruta, verdura o grano que al fermentarse se convierte en ácido acético con un marcado sabor y unas notas agradables de su ingrediente básico como puede ser la uva o la manzana, entre otras.
Los vinagres tienen diferentes usos de acuerdo a las comidas que prepara o mezclas culinarias para lograr optimizar sus bondades en cuanto a sabor y olores característicos. De manera que serán aprovechados de la mejor manera según los usos, más allá del vinagre blanco astringente por naturaleza, existen otros como el de vino blanco, de notas ligeras para platos de verduras o pescados, el de vino tinto para carnes o guisos, el de manzana o sidra con un gusto afrutado ideal para vinagretas o encurtidos; el de jerez con un gusto a vainilla irá bien al final de las cocciones y el balsámico para las ensaladas, para rociarlo en verduras o carnes. Otra opción es el vinagre de arroz, que es bastante suave y dulzón.
Aromatizar un vinagre es práctico y sencillo
En esta ocasión, vamos a partir de un vinagre para completar sus notas naturales con elementos adicionales para aromatizarlo o condimentarlo por ejemplo con hierbas aromáticas. Por lo que se conocen como vinagres aromatizados.
Aromatizar un vinagre es práctico y sencillo. Se introduce el aroma seleccionado, dejando reposar nuestra infusión para que transcurra el tiempo necesario para que potencien los aromas al vinagre.
¿Qué necesitamos? Hierbas aromáticas como albahaca, romero, tomillo, laurel. Las hierbas frescas y bien lavadas, déjelas secar antes de usarlas. Las hojas deben estar bien seleccionadas, sanas y frescas. Siempre se recomiendan las hierbas frescas en lugar de secas porque aportan mucho más aroma y sabor.
Especias como pimienta, ajo, chiles como cobanero, zambo, etc., frutas como manzana, frambuesa, fresa, naranja, piña, limón. Miel, azúcar u otros ingredientes. En fin, la lista estará de acuerdo al gusto personal. Calcular 1 taza de hierbas por 3 tazas de vinagre o 1 taza de frutas por 2 de vinagre.
El ingrediente principal será el vinagre, prefiera un tipo que no tenga un sabor pronunciado. Puede ser el de vino blanco o de manzana. Necesitará un frasco de vidrio de boca ancha previamente hervido o esterilizado y completamente seco, este servirá para decantar el vinagre con una tela fina para filtrar las impurezas al que posteriormente se le agregan los ingredientes para aromatizar, se tapa y se deja reposar.
La tapa no deberá contener nada de metal. Se recomienda agitar el frasco cada cierto tiempo para que los ingredientes se mezclen bien. Una vez que el vinagre esté aromatizado o de punto con el sabor esperado, se puede dejar con las hierbas o colar y guardar en la misma botella o frasco.
Experimente con diferentes combinaciones y descubra cómo un simple vinagre puede convertirse en el ingrediente estrella de su cocina.