Foto: cortesía Dale Messick / Chicago Tribune New York News Syndicate
Estudiar no era para Dalia Messick (1906–2005). En la escuela reprobó un par de años y apenas cursó un año en la Ray Commercial Art School de Chicago antes de renunciar. Pero llevaba el talento en la sangre y logró un puesto como ilustradora en una empresa de tarjetas de felicitación.
Un par de años después, la economía de los Estados Unidos fue sacudida por la Depresión de 1929, por lo que su jefe pretendió rebajarle el sueldo. Una mujer menos aguerrida hubiera aceptado la rebaja, pero Messick renunció sin más y no solo encontró otro empleo, sino que con mejor paga.
La trayectora de Dalia Messick ha sido muy influyente para muchas generaciones de artistas.
Inspirada por el ejemplo de Nell Brinkley, Gladys Parker y Edwina Dumm, exitosas dibujantes y pioneras de la industria, Messick decidió convertirse en una artista de cómic, pero cuando empezó a mostrar su portafolio, se topó con que muchos editores todavía no consideraban que dibujar cómics fuera algo para mujeres.
Sin inmutarse, la artista asumió el nombre de pluma masculino “Dale Messick”, lo que permitió que su trabajo fuera recibido a pesar del dramático sexismo imperante en la época. Pero aunque logró que varios editores revisaran sus historietas, nadie las publicaba.
Luego de varios intentos fallidos, el trabajo de Messick llegó a las manos de la periodista Mollie Slott, secretaria del editor del New York Daily News, a quien convenció de darle una oportunidad. La tira era Brenda Starr, Reporter (1940), protagonizada por una periodista glamorosa y aventurera.
Sin embargo, los empresarios no tenían fe en una historieta creada por una mujer, así que por un tiempo esta fue relegada a un suplemento semanal. La tira fue un éxito inmediato entre lectores y lectoras, debido a su mezcla de aventura y romance. Poco a poco logró aparecer en la edición de los domingos del Chicago Tribune y en 1945 se publicaba diariamente.
En los cincuentas, en la cima de su popularidad, Brenda Starr aparecía en más de 250 periódicos. Más adelante, fue adaptada al cine y a la televisión.
Al igual que su contemporánea Dick Tracy, la tira era ligeramente surreal. Pero especialmente notorio era su diseño de personajes. Brenda era pelirroja (al igual que su creadora) y muy curvilínea; había una princesa polinesia albina; una mujer negra llamada Lona Night y una dama de facciones infladas llamada Libby Lipps. El galán de la tira era un apuesto y tuerto caballero llamado Basil St. John.
La trayectoria de Dale Messick ha sido muy influyente para muchas generaciones de artistas por su estilo único de dibujo, su sólido énfasis en la moda y su coraje frente a la discriminación. En 1980 se retiró, luego de 40 años escribiendo y dibujando cada entrega. No cabe duda de que Messick estaba muy orgullosa de su creación, pues cuando tuvo una hija, la bautizó con el apellido de su personaje: Starr.