lunes , 25 noviembre 2024
Inicio En torno a la persuasión y el poder de la imagen (II)

En torno a la persuasión y el poder de la imagen (II)

Ricardo Fernández Gracia 

Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro

En aquel estado del procedimiento, entró en escena el gremio pamplonés de plateros, argumentando que nadie podía hacer obras de aquel tipo si no estaba examinado, conforme a las ordenanzas vigentes.

Al final, la pieza fue adjudicada, o al menos la cobró Antonio Ripando, ascendiendo su coste a 31 mil 481 reales. Así consta en acta municipal de 28 de julio de 1736, en que se afirma que se hizo con el modelo de Casanova y la ejecución de Ripando, con los fondos que el marqués de Castelfuerte recogió en tierras de Perú para el culto de san Fermín.

También se advierte que, aunque se eligió la traza del aragonés, se acordó poder añadir o quitar ornatos a gusto del ayuntamiento, como se hizo con algunos chicotes del remate y otros detalles. El reconocimiento de la pieza lo hizo, el 12 de julio de 1736, el orfebre Manuel de Osma.

Poco a poco alcanzó prestigio como pintor de retratos en miniatura.

El autor del diseño, conservado en el Archivo Municipal, fue Carlos Casanova (1709-1770), nacido en Ejea de los Caballeros, y formado con el grabador y platero Francisco Zudanel y Luna, en Zaragoza.

Contrajo matrimonio en 1725 con la hija de su maestro, Bárbara Zudanel, y en la capital aragonesa nacieron algunos de sus hijos, entre ellos Francisco, que seguiría los pasos de su padre y fue tallador principal de la Casa de la Moneda de México. 

Marchó a Madrid hacia 1740, tras una estancia en Pamplona. En la corte intentó, sin éxito, participar en la oposición para cubrir el puesto de tallador principal de la Casa de la Moneda de Madrid, aunque se reconoció “ser notoria su suficiencia”. 

Poco a poco alcanzó prestigio como pintor de retratos en miniatura desde que en 1749 recibiera encargos de la casa real. Fue pintor de Cámara de Fernando VI desde 1750 y académico de mérito de la Real Academia de San Fernando, desde 1754.

Estuvo especialmente dotado para el dibujo, de lo que da buena cuenta su Libro de Ornatos, estampado en la Casa de Juan de Aldaco (San Sebastián 1731-1732), que incluye su propio autorretrato.

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