Mensajes de solidaridad y aliento a las familias afectadas por derrumbes y deslizamientos trasladó ayer el presidente Bernardo Arévalo en su visita a Pastores, Sacatepéquez.
“Tenemos que buscar una solución para que ustedes no corran más riesgo”, expresó el jefe de Estado, quien se mostró consternado por la muerte de dos niñas de 6 y 8 años, en la tragedia ocurrida en la aldea
Pupur, en el citado distrito.
En el hecho, ocurrido la noche del pasado lunes, también se rescató a Ingrid Maricela Gómez Marroquín, de 35, y Keili Soto, de 17, quienes presentaban heridas y fueron trasladadas al Hospital Nacional Pedro de Bethancourt, en La Antigua Guatemala.
“Hemos venido acá en una mañana que es triste”, resaltó el gobernante, quien, acompañado de funcionarios locales, también visitó el albergue habilitado donde se resguardan las personas que sufrieron los deslaves.
Las niñas fueron sepultadas ayer, luego de una misa de cuerpo presente, en medio de dolor y tristeza de seres queridos y vecinos.
Durante la evaluación, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) constató que otras seis casas están en riesgo y afectan a 45 personas. Adicionalmente, se identificó una residencia con daños severos y se llevaron cuatro familias al alojamiento.
Esta situación, afirmó Arévalo, se debe a muchos años de abandono de las poblaciones que no han sido asistidas como se debe para evitar tragedias.
Preocupación
Las secuelas del temporal se evidencian, además, en la infraestructura vial. Por ello, es necesario que el Congreso apruebe el Estado de Calamidad solicitado por el Ejecutivo, pues permitirá accionar con urgencia ante las necesidades visibles en todo el país, afirmó el dignatario.
En ese sentido, el diputado electo por el Movimiento Semilla, Diego Toledo, quien visitó el área afectada, expresó que debe avalarse la medida planteada por el Gobierno, porque beneficiará a miles de guatemaltecos. “La narrativa en contra tiene que ver con el desfalco de millones de quetzales ocurrida en el Gobierno anterior”, afirmó.