Con información de EFE
España y Alemania, de las grandes selecciones que han cumplido con el expediente, gracias a un futbol a ratos brillante y contundente, afrontarán los octavos de final como el espejo en el que deberían reflejarse el resto de equipos con nombre cuyo paso por la fase de grupos ha estado marcado por la trivialidad, la lluvia de críticas y hasta la irrelevancia: Francia, Inglaterra, Portugal, Bélgica, Países Bajos e Italia no son los mismos de tiempos pasados, no muy lejanos.
Georgia, a priori asequible para los intereses de España, es uno de los invitados a la fiesta entre las naciones de menor entidad como Rumanía, República Checa, Dinamarca, Eslovenia, Austria,
Turquía y Suiza.