Los lujos y excesos que tenían los reclusos en el Centro de Alta Seguridad Canadá, conocida como El Infiernito, en Escuintla, fueron develados ayer por el presidente Bernardo Arévalo, tras recorrer el lugar para verificar cómo marcha la reconstrucción del recinto y la seguridad, que buscan evitar actos de corrupción y privilegios en el futuro.
Luego de retomar el control de la prisión, la madrugada del 2 de junio, y trasladar a 225 pandilleros a distintas cárceles del país, se localizó una piscina construida por los convictos, unas 20 armas y 284 mil quetzales escondidos en las paredes, comentó el mandatario en compañía del titular del Ministerio de Gobernación (Mingob), Francisco Jiménez, y del director del Sistema Penitenciario, Sergio Vela.
“También, se evidenció que los aparatos de rayos X no funcionaban y que existía fibra óptica; entonces, (los reos) poseían televisión, internet y todos los servicios”, aseguró el gobernante.
El jefe de Estado remarcó: “Se habían apropiado del penal y empezado a construir y reparar las zonas que habitaban, algo que solo se puede explicar por la corrupción sistemática a lo largo del tiempo, porque eso no es algo que se haga de la noche a la mañana”.
En marcha recuperación
Durante la visita, se mostraron al gobernante los planos y se le dieron detalles del proceso de mejoras del centro de reclusión.
“Se va a seleccionar a los privados de libertad de alta peligrosidad que regresarán a este penal, pero en las condiciones que corresponde a un sistema penitenciario que garantiza, por un lado, absoluta seguridad de que no sigan cometiendo crímenes desde adentro y, además, bajo estándares de derechos humanos”, remarcó.
Entre los criterios para decidir quiénes serán recluidos en ese lugar está la peligrosidad y la incidencia que generan en temas de criminalidad entre la población.
Vela comentó que en las nuevas instalaciones se tiene previsto evitar que los reos tengan acceso a tomacorrientes o cables de energía eléctrica y que “los controles van a ser más fuertes para evitar el ingreso de ilícitos”.
Acciones integrales
Actualmente, se explicó, hay 160 nuevos guardias contratados por el Ejecutivo y se estima que unos 500 más se van a destacar al renovado El Infiernito cuando concluya la reconstrucción y empiece a funcionar otra vez.
“Se traerá a la gente que va a hacerse cargo de este penal, precisamente para cortar cualquier lazo que hubiera con custodios anteriores”, agregó el mandatario Arévalo.
“No recibimos un Sistema Penitenciario, sino universidades del crimen. Las acciones contundentes nos permiten reducir hechos delictivos en las calles. El apoyo incondicional del Presidente en esta cruzada de cuatro años ha sido fundamental”, comentó el ministro Jiménez.