Gelsenkirchen, EFE
A la desesperada, incluso ya había subido al remate el portero Pedrag Rajkovic, en el último córner al borde del minuto 90+5, Luka Jovic fue el más listo de todos, se adelantó con la cabeza, batió a un Jan Oblak insuperable hasta entonces, rescató a Serbia de una eliminación casi segura en Múnich y frustró de una forma insoportable a Eslovenia, cuando ya sentía suyo el triunfo e incluso la clasificación.
Desolados, la imagen de los jugadores eslovenos fue la evidencia de un golpe duro, inesperado, inasumible tan cerca del final, cuando dominaba el partido por 1-0 desde el minuto 68 por el gol de Karnicnik.
El lateral derecho del Celje, de 29 años y 30 choques como internacional, tan solo había marcado un gol con su equipo nacional, y ayer cuando anotó un tanto que habría sido histórico, pero no alcanzó.
La primera victoria de Eslovenia en una Eurocopa aún sigue pendiente. El pase a octavos, también. Y en la última jornada juega contra Inglaterra. Las sombras se cruzan en su camino.