Fotos: Carlos Morales Monzón y cortesía Misscelaneone, Barcelo.com y Turismo por el mundo
La palabra mezquita nos genera imágenes mentales inmediatas sobre la religiosidad musulmana. Sin embargo, hay sitios en el mundo donde ese criterio no es tan así. Estambul, una de las ciudades más importantes de Turquía, es un ejemplo.
Pocos en nuestro país pensarán que es una invención. Mas no. Las primeras mezquitas de Estambul tienen un origen cristiano. Muchos se preguntarán ¿cómo? Y la respuesta está en la historia, principalmente en la que se relaciona con la expansión del Imperio Romano. Resulta que en el año 285 d.C., el emperador Diocleciano decidió dividir el imperio de Roma en dos: el occidental y el oriental. Este último tenía como sede central la ciudad de Constantinopla, antes llamada Bizancio. De allí que históricamente también se le llamó Imperio Bizantino. Hoy en el mismo punto geográfico que ocupó Constantinopla, se encuentra Estambul.
En aquellos tiempos, la construcción de iglesias para la oración se vio influenciada por la arquitectura oriental, mostrando una especie de sincretismo entre lo arquitectónico y lo
religioso.
La Gran Santa Sofía
Algunas de las mezquitas más famosas de Estambul, como Santa Sofía, aún guardan evidencias de dicha amalgama. En sus vitrales puede apreciarse la imagen de Jesús y en las paredes de algunas de sus cúpulas hay pinturas que muestran al líder del cristianismo y a la Virgen María, su madre.
Para algunos, las imágenes en los vitrales, por su elevada posición, pueden pasar
desapercibidos. Sin embargo, las dimensiones de las pinturas son tales que, al estar en el interior de la parte principal de la mezquita, resultaría imposible no verlas. Quizás sea por ello por lo que, desde el centro de las inmensas cúpulas, se extienden cortinajes que intentan cubrir esas muestras del cristianismo original del lugar.
Para quienes se consideran musulmanes, el rezo es de carácter obligatorio y las mezquitas son el lugar para hacerlo. Sus oraciones deben efectuarse durante cinco veces al día (al amanecer, al mediodía, en la tarde, al atardecer y por la noche), con una duración de aproximadamente 10 minutos cada vez.
La oración debe efectuarse viendo en la dirección donde se encuentra la Kaaba (Casa de Dios), en la Meca, el centro de la religiosidad musulmana, geográficamente ubicada en el valle desértico en el oeste de Arabia Saudita.
El sincretismo, que a muchos puede ser ajeno, sigue mostrándose en las creencias musulmanas sobre que la Kaaba fue construida por Adán, con el mandato de Dios. Mucho tiempo después, se cree que la Kaaba fue reconstruida por Abraham, personaje a quien se considera el padre del monoteísmo que reina en el judaísmo, el cristianismo y el Islam.
La Kaaba habría sido el centro principal de oración para Mahoma, durante el tiempo en el que este profeta vivió en la Meca.
La Gran Mezquita de Santa Sofía es reconocida como una antigua basílica cristiana que, posteriormente, se convirtió en una iglesia ortodoxa, para luego ser nombrada mezquita y durante un tiempo un museo. No fue sino hasta muy recientemente, y para más detalle el 1 de agosto de 2020, cuando de nuevo se transformó en una de las principales mezquitas de la ciudad de Estambul, en Turquía.
La Mezquita Azul
Frente a la gran Santa Sofía, solo separada por un jardín inmenso que asemeja a una plaza, se encuentra la Mezquita Azul, también conocida como la mezquita del Sultán Ahmed. La Mezquita Azul es la única con seis alminares o torres que, hasta 2016 con la construcción de la Mezquita Çamlıca, sirven para expandir la oración a través de altavoces o bocinas ocultas en su interior y cuyo sonido sale por las ventanas que muestran en su parte más elevada.
Normalmente, las mezquitas se construían con los botines resultantes de las guerras. No obstante, el Sultán Ahmed, por no haber ganado ninguna batalla, mandó construir la Mezquita Azul con dinero del erario, lo cual provocó el descontento popular. Pero hoy día es una de las mezquitas más famosas y visitadas en Estambul, ubicada en un sitio muy cercano al estrecho del Bósforo, que divide a la ciudad en dos partes que la posicionan en dos diferentes continentes: una parte en Europa y la otra, en Asia.
El monumento Taksim
Quizás la más moderna de las mezquitas sea la de Taksim, construida en un espacio más de orden republicano y de exaltación social que despertó la polémica. La Mezquita está frente a la plaza de Taksim, un monumento a la República y a la lucha por el respeto a los derechos humanos que, desde 2021, fecha en que se inauguró la Mezquita, hoy se encuentra liderado por la majestuosidad de ese centro de oración.
Si te paras en los principales sitios turísticos de Estambul, mires hacia donde mires, tendrás en tu ángulo de visión una mezquita. Y aunque ante esta característica esperarías ver en circulación a hombres y mujeres vestidas muy al estilo del Islam, la verdad es que te sentirás rodeado de un ambiente cosmopolita lleno de modernidad, pero bien cargado de historia que describe la riqueza de la cultura turca.
Estambul, un lugar del que muchos solo tenemos referencia por la producción cinematográfica El Expreso de Estambul, a pesar de no ser la capital de Turquía, es su centro histórico, cultural y económico. Un lugar que nos muestra una amplia línea de tiempo que nos lleva desde los principios de la era cristiana hasta la modernidad de nuestros días, asentado entre dos continentes y marcado por un desarrollo televisivo y cinematográfico que cada vez es más notorio en Guatemala y Latinoamérica.