Foto: cortesía PNC
A Pesar de los esfuerzos de la División de Protección a la Naturaleza (Diprona), de la Policía Nacional Civil (PNC), y de asociaciones para la defensa de la biodiversidad, el tráfico de animales silvestres persiste, debido a la falta de aplicación de leyes y la corrupción que permea ciertos sectores, indicó el ambientalista Francisco Asturias.
El experto refirió que “el mercado negro sigue su operación en el país, mediante ventas por encargo u ofertas a clientes que desean tener una especie exótica dentro de sus colecciones o en sus hogares”.
Por su parte, las autoridades de la Diprona señalaron que “este fenómeno no solo amenaza la supervivencia de las especies, sino que también socava los ecosistemas frágiles y contribuye a la degradación ambiental”.
Los permisos
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) es la única entidad que regula y autoriza el comercio de vida exótica en el país a empresas registradas y bajo estrictas condiciones; sin embargo, la venta de fauna nativa como tarántulas, boas constrictoras, los loros y guacamayas rojas, es la más buscada debido a su alta demanda.
Las sanciones
El castigo por estas acciones es severo, según el Decreto 4-89 del Conap, se establecen multas de 5 mil a 20 mil quetzales y penas de prisión de cinco a 10 años para los vendedores, transportistas y propietarios de especies traficadas.
En ese contexto, Asturias añadió que es necesario que el Conap mejore el sistema utilizado para el control de la caza, tanto deportiva como de subsistencia, que se rigen por medio de un reglamento y calendario específico, los cuales muchos depredadores armados infringen.
Animales recuperados por Diprona 2023
• Aves Silvestres 75
• Mamíferos Silvestres 36
• Reptiles 20
• Peces Vela 15