El aceite de oliva es altamente empleado en la cocina de una y mil maneras. Además, están los aceites aromáticos que son las combinaciones de aceites con diversas hojas aromáticas, en algunos casos secas. Son sencillos de preparar en casa para tenerlos listos para las preparaciones diarias o especiales para aportar un gusto variado a las comidas.
¿Cómo preparar un aceite aromatizado? El aceite se macera con las hierbas aromáticas para que el mismo se impregne del perfume, sabor, en sí de las cualidades de las mismas.
Aportarán un sabor a diferentes platillos como verduras, ensaladas, pasta, arroz, pescado, pollo o carne, entre otros.
El aceite de oliva es el ingrediente estrella, por lo que deberá ser de primera calidad. Se prefiere uno suave y con baja acidez para que no compita con el resto de aromas propios de las hierbas o especias.
El aceite de oliva es el ingrediente estrella.
Para su elaboración siga los siguientes pasos básicos: El primero será eliminar los restos dañados de las hojas a emplear. Si las hierbas son frescas, lave bajo el chorro y seque perfectamente. Coloque en un recipiente de vidrio, agregue sal al gusto, vierta aceite de oliva virgen extra hasta que cubra las hierbas en su totalidad. Es importante que quede cubierto unos 3 cm encima de las mismas. Tape el recipiente herméticamente y déjelo macerar en un lugar fresco, sin luz solar directa, durante un mes. Es conveniente que lo agite cada cierto tiempo.
Transcurrido este tiempo, cuélelo, traspase a una botella de vidrio esterilizada con cierre hermético. Podrá incorporar unas ramitas de las hierbas utilizadas, el aceite estará listo para su consumo y dar rienda suelta a su creatividad culinaria. Recuerde, etiquetarlo con el sabor que tiene y la fecha en que fue preparado. Almacene en un lugar seco y fresco.
¿Cuál es la diferencia entre un aceite infusionado y uno aromatizado? Ambos son aceites a los que se les ha incorporado algún ingrediente como hierbas o especias para
aromatizar.
De manera que un aceite aromatizado se obtiene agregando los elementos en crudo como lo indicado anteriormente y dejándolo en inmersión durante un tiempo. Sin embargo, el aceite infusionado, pasa por un proceso de calor suave que permite que los sabores se impregnen e integren perfectamente.
Las posibilidades para preparar los aceites son diversas, las hay para todos los gustos: con romero, tomillo, orégano, hierbabuena, albahaca, menta, estragón, ajo, cáscara de naranja, entre otros. Es ideal para aderezar una ensalada sí ya cuenta con un toque cítrico o una combinación con romero para cocinar verduras a la plancha o para tenerlo siempre como aliado al momento de cocinar.
Las combinaciones son inmensas como uno de albahaca, tomate seco, tomillo y laurel o para la cocina guatemalteca podría ser de chiles secos.
¡Experimente con diferentes combinaciones y descubra cómo pocos ingredientes pueden transformar sus comidas!