Después de 50 años de reposar en París donde su hijo mayor decidió que debía descansar luego de que la muerte lo encontrara en Madrid Miguel Ángel Asturias volverá a la patria, de la que se fue en 1923 y a la que regresó intermitentemente el resto de su vida, la última vez en 1968, cuando representantes de comunidades indígenas lo nombraron “Hijo unigénito de Tecún Umán”.
El anuncio se hizo en un emotivo acto presidido por el primogénito de Asturias, el gobernante Bernardo Arévalo, la vicepresidenta Karin Herrera y la ministra de Cultura, Liwy Grazioso, el cual inaugura el año dedicado al Premio Nobel de Literatura 1967 y Lenin de la Paz 1966.
Durante medio siglo, dictadores militares y gobernantes civiles incluidos Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, ambos del pacto de corruptos, como dijo Miguel Ángel hijo intentaron capitalizar la figura del Gran Moyas y repatriar sus restos.
Sin embargo, ese alto honor y gran responsabilidad recaerá en la administración de Arévalo, a quien “Miguelitío chulo” como le decía, por cartas, el Gran Lengua a su hijo mayor— calificó como un gobernante que “busca la unión de los guatemaltecos, representa la diversidad cultural de los pueblos originarios, busca un derecho inclusivo y reivindica la nueva primavera democrática”.
Al agradecer el gesto, el Presidente de la República dijo que el luchador antidictatorial, periodista, diplomático y escritor “volverá al seno de la nación que ayudó a construir, a la patria que un día le fue negada y que llevaba en la palma de su mano”.
Guatemala se alista para darle la bienvenida a su hijo pródigo más universal, a su vez uno de los más célebres y menos conocidos en su tierra. Gloria eterna al Gran Moyas.