Ante el amparo otorgado a la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM) por la Corte de Constitucionalidad (CC), para frenar la construcción de plantas de tratamiento en todo el país, lo que evitaría se contaminen los ríos, lagos y mares, la Alianza Cuenca del Motagua destacó el riesgo de la decisión.
Representantes de las más de 60 entidades que integran y colaboran con la organización detallaron que la medida deja sin efecto de manera provisional varios artículos del reglamento que obligan a las comunas a instalar los sistemas para el manejo de aguas residuales.
Entre los textos impugnados se obligaba a los jefes ediles a realizar estudios técnicos de factibilidad y financieros sobre la cantidad y tipo de plantas que debían de construir, informe que debían entregar al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) el pasado 30 de mayo, y quienes no lo hicieran incurrirían en delito.
Jeanne Samayoa, presidenta de la Alianza Cuenca del Motagua, explicó que en los líquidos cloacales no solo hay excrementos, orina y detergentes, también se encuentran otras sustancias químicas nocivas de contaminantes emergentes como productos farmacéuticos, cuidado personal y antibióticos que causan enfermedades.
Por ello, recalcaron que esta resolución implicaría hacer inoperante, a partir de la aplicación de la suspensión, el Reglamento de las Descargas y Reúso de Aguas Residuales y de la Disposición de Lodos, que tiene por objetivo proteger los ríos, quebradas, manantiales, pantanos, lagos, entre otros.