Londres, EFE.
Por fin pudo sonreír Alex Ferguson en la grada y sacar pecho Erik Ten Hag. Finalmente el Manchester United se quitó el rol de secundario que ha vestido durante una década y venció al Manchester City para levantar la Copa de Inglaterra (0-2).
Los diablos rojos, siempre perdedores del derbi de Mánchester en los últimos años, noquearon al vigente campeón y evitaron que los de Pep Guardiola se convirtieran en el primer equipo en la historia en ganar Premier League y Copa de Inglaterra dos años seguidos.
Los doblegaron saliendo a la carrera, aprovechando las oportunidades que tuvieron y con un André Onana espectacular bajo palos hasta un fallo en los minutos finales que estuvo cerca de truncar el triunfo.
Pero el gol tardío de Jeremy Doku no opacó la gran victoria del United, la más importante de los últimos seis años, por el momento y por el rival.
Incluso, también por la forma de hacerlo, desarmando a Guardiola haciendo correr hacia atrás a su defensa.Ten Hag, a quien se ha criticado con razón por su falta de libreto y de ideas, propuso un partido con el que pillar a la espalda a Gvardiol, el más lento de los cuatro de atrás del City, le funcionó con rapidez. El United se adelantó con las dianas de Alejandro Garnacho y Kobbie Mainoo.