Leonel Guerra Saravia
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En Guatemala sus habitantes están alarmados por problemas actuales. Nuestro país es rico en capital natural debido a su gran diversidad de ecosistemas, especies y material genético. El país le debe esta herencia a su ubicación latitudinal, historia biogeográfica, variaciones fisiográficas y diversidad cultural ancestral.
Los problemas sociales en el lugar de trabajo incluyen estrés ocupacional, robo, acoso sexual, desigualdad salarial, desigualdad de género, desigualdad racial, disparidades en la atención médica y muchos más.
Los resultados generales de la encuesta en cuanto al principal problema del país fueron: 11.3 por ciento desempleo y falta de oportunidades de trabajo; 35.4 por ciento alto costo de la vida; 23.3 por ciento inseguridad, asaltos, delincuencia y extorsiones; 16.8 por ciento corrupción y enriquecimiento ilícito. Entre los problemas que obstaculizan el crecimiento económico están la alta tasa de criminalidad, analfabetismo y los bajos niveles de educación, y un mercado de capitales inadecuado y subdesarrollado.
También, se encuentran la falta de infraestructura, particularmente en los sectores de transporte, y electricidad.
Guatemala es un país multicultural, donde conviven cuatro grandes culturas.
Las causas estructurales y socioeconómicas de la pobreza en Guatemala son complejas y tienen sus raíces en problemas profundos como la escasez de fondos públicos para fines sociales, educación y salud, la discriminación que sufren las poblaciones indígenas o la dependencia económica del exterior. Pero Guatemala es un país multicultural, donde conviven cuatro grandes culturas, cada una con su idioma, costumbres, comidas, vestimenta y tradiciones que las hacen únicas.
Estas cuatro culturas son la maya, xinca, garífuna y ladina, y dentro de las mismas también existen subdivisiones. De acuerdo con el Índice de Fragilidad Estatal, en 2019 Guatemala se ubicó en la segunda posición con más altos niveles de fragilidad de América Latina.
El país enfrenta varios problemas relacionados con el acceso y la calidad del agua entre las cuales resaltan la dificultad para acceder a agua potable en áreas rurales, la contaminación de los recursos por culpa de la agricultura y la minería, y la falta de infraestructura para la gestión de aguas residuales.
El agua contaminada y el saneamiento deficiente contribuyen a la transmisión de enfermedades como el cólera, otras enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. La acelerada urbanización, el incremento en las actividades agrícolas, el uso de fertilizantes y plaguicidas, la degradación del suelo, las altas concentraciones de población y la deficiente eliminación de desechos afectan la disponibilidad de los recursos de agua dulce.
En economía la escasez es causada por varios factores que se clasifican en dos categorías: el incremento de demanda. la disminución o agotamiento de fuentes y/o recursos. Se habla de estrés hídrico cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.