Marco David García King, de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), se unió esta semana a los declarantes que han atestiguado en el juicio contra el general en retiro Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército, que se desarrolla por el caso Ixil.
Durante su participación, García King ratificó, ante el Tribunal de Mayor Riesgo A, los informes de ADN de, aproximadamente, 53 víctimas exhumadas de fosas clandestinas ubicadas en las antiguas instalaciones del Destacamento Militar de San Juan Cotzal, Quiché.
Según las investigaciones, todas las víctimas fueron detenidas y desaparecidas entre enero y febrero de 1982 por elementos del Ejército de Guatemala, durante el conflicto armado interno, cuando Lucas García coordinaba las acciones de las fuerzas armadas.
A inicios de semana, otros peritos y antropólogos forenses también brindaron declaraciones claves en el caso, destacando entre ellos Raúl Archila, el historiador Ángel Valdés y el mexicano José Fernando Alonso.
Los hechos juzgados en el caso ocurrieron entre agosto de 1981 y marzo de 1982 en Nebaj, Chajul y San Juan Cotzal, en el área Ixil de Quiché.
Según datos de la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR) y la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (Odhag), durante este período se llevaron a cabo operaciones militares que resultaron en la masacre de al menos 1 mil 771 pobladores, incluyendo niños, ancianos y mujeres embarazadas.