Javier Wilenmann
Facultad de Derecho
Cualquiera sea la actitud que tomen las empresas, las agencias administrativas y los tribunales chilenos, es importante tener en cuenta que, a diferencia de Estados Unidos, las empresas chilenas se han enfrentado a enormes dificultades al intentar imponer estas obligaciones a sus trabajadores, ejecutivos o a otras empresas con las que se generan alianzas estratégicas.
En la práctica es común encontrarse con casos de generación de negocios paralelos por parte de ejecutivos claves, utilizando el know how, las redes comerciales y de clientes de las empresas en que trabajan y, en ocasiones, incluso directamente sus recursos.
En materia civil, los tribunales laborales tienden a ser deferentes con los empleados.
Los fiscales y tribunales penales han tendido a ser reacios a aceptar la aplicación del delito de administración desleal en estos casos. En materia civil, los tribunales laborales tienden a ser deferentes con los empleados.
La interposición de acciones civiles ya era extremadamente ineficaz; la caída de la cláusula de noncompete probablemente limitará todavía más la obtención de remedios por esta vía. Por cierto, la tesis de la FTC respecto a que las cláusulas de noncompete generaban más mal que bien es perfectamente plausible.
Su caída no puede significar, sin embargo, dejar en la indefensión a las empresas frente a ataques desleales desde dentro, lo que pone igualmente en riesgo formas de trabajo centrales en una economía de mercado.
En nuestro ámbito, la caída de la cláusula de noncompete puede producir vacíos si las empresas no son capaces de definir, etiquetar y proteger adecuadamente sus secretos comerciales y los tribunales civiles y penales no se muestran dispuestos a proteger a la organización empresarial frente a ataques internos desleales y extremadamente disruptivos.