Ciento veinte días después de que las actuales autoridades asumieron el control del Organismo Ejecutivo, las compras y contrataciones irregulares cometidas por Alejandro Giammattei y su gabinete continúan apareciendo como una herencia malvada, que refleja la perversidad de la mafia que arrasó con los fondos públicos entre el 14 de enero de 2020 y el 14 de enero de 2024.
El caso más reciente lo denunciaron ayer las autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes, quienes detallaron la suscripción de un arreglo por 60 millones de quetzales, a cambio de que tres compañías de seguridad asignaran a 280 agentes para resguardar seis centros deportivos y recreativos oficiales, durante tres años.
Este nuevo hallazgo presenta anomalías que lo tornan lesivo para el Estado, las cuales vale la pena comentar. La primera surge porque el convenio se firmó el 13 de enero de 2024; es decir, un día antes de que los responsables de la citada cartera abandonaran el cargo para el cual habían sido designados por Giammattei y Miguel Martínez.
La segunda sospecha surge ante la cantidad de policías privados que se iban a contratar: 280, cuando según el viceministro del Deporte y la Recreación, Francisco Aguilar Chang, solo se necesitaban 55 para hacerse cargo de las tareas de control y resguardo en los recintos deportivos.
Obviamente, el trato será rescindido y después se analizarán las posibles responsabilidades penales y administrativas cometidas, aunque se sabe que este proceso en la cadena de justicia se estancará cuando llegue al Ministerio Público (MP), un ente que se ha desligado de la lucha contra la corrupción que la mayoría de guatemaltecos promueve, en un afán por devolver la credibilidad y decencia a las instituciones gubernamentales.
Lo cierto es que la cruzada por la transparencia y la rendición de cuentas emprendida por el jefe de Estado, Bernardo Arévalo, y la vicemandataria Karin Herrera sigue firme y, de momento, ya suman 84 querellas trasladadas al MP, aunque, al parecer, el período presidencial no alcanzará para identificar todo el pillaje perpetrado durante el desgobierno de Giammattei.