Aunque al cierre de esta edición, la calidad del aire era generalmente aceptable para la mayoría de personas, hay grupos vulnerables que pueden experimentar algún riesgo para su salud, pues la semana pasada y desde abril la contaminación ha sido catalogada como “muy mala”, según el último reporte oficial de la Sección de Calidad de Agua y Aire, del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Lo anterior concuerda con lo debatido en un conversatorio académico, desarrollado la semana pasada por las universidades Del Valle y Galileo, donde expertos recordaron que los recientes informes de las estaciones de monitoreo del Insivumeh han registrado altos niveles de concentración de materia particulada (PM 2.5), la cual proviene principalmente de la quema de combustibles fósiles y residuos, lo que representa un problema significativo para la salud y el ambiente.
200 millones de dólares se ahorrarían anualmente en compra de combustibles.
La PM 2.5 es altamente soluble, viaja grandes distancias cuando hay vapor de agua en el ambiente; esta contaminación es responsable de numerosas enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como del aumento en la mortalidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Acciones propuestas
De acuerdo con especialistas, es necesario fomentar el uso de bicicletas y caminar más, aunque esto requiere inversión en infraestructura y un transporte público más eficiente; así como la mezcla de 10 por ciento de etanol y 90 de gasolina, ya que reduce las emisiones y la dependencia en el uso de combustibles fósiles.
Otras propuestas son cambiar a la modalidad de vehículos eléctricos, así como la implementación de una política pública que promueva el uso de otros combustibles para cumplir con compromisos ambientales internacionales y generar beneficios económicos, sociales y de salud para todos.