Crédito de foto: Netflix
Todas las personas tenemos traumas, incluidas las que en este momento están pensando: “Yo, no”.
Es imposible librarnos de esas experiencias emocionalmente dolorosas que dejan una marca duradera en nuestra mente y en el cuerpo. Me refiero a accidentes, abuso físico o emocional, violencia y pérdida de un ser querido.
Lo interesante de los traumas es que el daño que nos generan puede ser inmediato o a largo plazo, provocando síntomas como ansiedad o depresión. Además, puede influir en como nos relacionamos con los demás y como percibimos el mundo que nos rodea.
Todo esto lo vemos reflejado de manera perfecta en Baby Reindeer (Bebé Reno, 2024), serie de Netflix de siete episodios que es brevemente reseñada como una historia de acoso, pero la verdad es que va más allá.
Pienso que la historia de Baby Reindeer conecta con la audiencia porque es honesta.
Esta serie oscura y dramática, y extrañamente graciosa por momentos, se basa en la historia real de su escritor y protagonista, Richard Gadd.
En los primeros capítulos, su personaje, Donny Dunn, conoce a Martha (Jessica Gunning), e inician una de las relaciones más sórdidas de la televisión actual. Ella comienza a acosarlo, hostigarlo. ¿Mil mensajes de texto durante una noche?
Pero el insoportable acoso de Martha es tan molesto como la postura y las decisiones de Donny. Y es aquí donde nace el verdadero objetivo de esta serie: ¿Por qué actúa así Donny? ¿Por qué sus reacciones nos parecen ilógicas, sonsas y estúpidas?
Pienso que la historia de Baby Reindeer conecta con la audiencia porque es honesta. Gadd, su creador, ya había comenzado a relatar esta experiencia en obras de teatro estilo espectáculo de un hombre (one-man show). Siento que para cualquier persona, enfrentar sus traumas es una tarea de coraje y valentía.
Uno de los comentarios más frecuentes que he recibido acerca de Baby Reindeer es que, si Donny o Martha hubieran buscado ayuda profesional para tratar sus traumas, la serie hubiera durado apenas 15 minutos.
Pero eso es lo especial de la salud mental, que resulta ser algo confuso, impredecible y profundamente personal. Los traumas acarrean estigmas, diversidad de experiencias, evolución del conocimiento, resistencia y dolor.
A pesar de estas complejidades, es importante continuar aprendiendo y hablando acerca de la salud mental para reducir el estigma, mejorar la comprensión y promover la atención y el apoyo adecuados para aquellos que lo necesitan, incluidos nosotros.
Es válido pedir ayuda, pero es más importante entender que la necesitamos.
Como el mismo Donny reflexiona: “Algunos huyen empacando sus maletas. Otros lo hacen al quedarse en el mismo lugar durante demasiado tiempo”.