En sus primeros meses de funcionamiento, la Comisión Nacional contra la Corrupción (CNC) desplegó acciones para promover la transparencia dentro del Organismo Ejecutivo. En el informe inicial de la gestión, destacó el trabajo realizado en la lucha contra la corrupción y la promoción de la probidad.
Uno de los hitos fue la creación del Código de Ética que regirá el Organismo Ejecutivo, un instrumento que establece principios y orienta la conducta de los servidores públicos, con el fin de establecer estándares de comportamiento e integridad en el ejercicio de las funciones en los entes
gubernamentales.
Además, la CNC resalta la implementación de la Instancia de Consejeros Delegados, un espacio de participación ciudadana que contribuye a alcanzar los objetivos programados, brindando apoyo y asesoría en la formulación de estrategias y rendición de cuentas.
Otro aspecto destacado fue el impulso de propuestas legislativas como la Ley de Protección de Denunciantes de Actos de Corrupción, que generará estándares de amparo para quienes denuncien actos de corrupción en cualquier ámbito estatal, mediante la creación de garantías de seguridad y confidencialidad.
También, brindó acompañamiento a diversos ministerios para fortalecer los mecanismos de detección y denuncia de actos ilícitos. Asimismo, se propuso una estructura organizacional alineada a los ejes estratégicos de trabajo, con el fin de optimizar la labor de la CNC.
Lizandro Acuña, investigador del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), destacó la importancia de estas acciones para fortalecer la rendición de cuentas y la lucha contra la corruptela en el Gobierno.
Acuña enfatizó la necesidad de coordinar con el Ministerio Público, a fin de garantizar la denuncia y el seguimiento de los casos, así como el aprovechamiento del Código de Ética para mejorar los procedimientos administrativos y evitar la judicialización
innecesaria.